El nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista olímpico más laureado de la historia, fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol el lunes por la noche en Baltimore (Maryland), informó este martes la Policía de Tráfico de ese estado.

De acuerdo a las autoridades, el coche de Phelps, de 29 años, circulaba a 135 kilómetros por hora en una zona en la que la velocidad estaba limitada a 70.

Phelps se encontraba atravesando un túnel de la ciudad de Baltimore, donde reside.

El comunicado policial detalla que cuando el Land Rover del campeón olímpico fue detenido, el conductor "aparecía estar bajo los efectos del alcohol". "Fue incapaz de realizar correctamente una serie de test básicos de sobriedad", agregó.

Tras lo sucedido fue formalmente acusado de exceso de velocidad y conducción bajo los efectos del alcohol, y posteriormente puesto en libertad.

Esta no es la primera vez que el 22 veces medallista olímpico en 2004, 2008 y 2012 tiene un encontronazo con las autoridades.

En 2004 fue detenido con cargos similares de conducir ebrio y sentenciado a permanecer 18 meses en libertad provisional.

Asimismo, en 2009 fue suspendido durante tres meses por el equipo olímpico estadounidense después de que se divulgase una foto del campeón de natación fumando una pipa de marihuana durante una fiesta.

Phelps, el deportista más laureado de la historia olímpica, se retiró de la competición tras los Juegos de Londres en 2012, pero en abril pasado anunció que regresaba a los entrenamientos con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.

Phelps aseguró que entiende "la gravedad" de su acción al ser detenido este martes cuando iba conduciendo bajo los efectos del alcohol y manifestó que asume la "responsabilidad total" de lo que hizo

"Esta mañana fui arrestado y acusado de conducir ebrio, de ir a más velocidad de la permitida y de cruzar una doble línea continua. Entiendo la gravedad de mis acciones y asumo la responsabilidad total", escribió Phelps en su cuenta de Twitter.

"Sé que estas palabras no significan mucho ahora mismo, pero estoy profundamente arrepentido por toda la gente a la que haya podido decepcionar", añadió para finalizar el de Baltimore.