La primera ronda del Circuit Professional dejó un gran sabor de boca por el excelente rendimiento de los ocho equipos participantes. Ahora llega el segundo acto, con el que se podrá comenzar a vislumbrar qué equipos tendrán más opciones de alcanzar la fase final.

El azar, ya que los emparejamientos de cuartos de final de cada ronda se establecen por sorteo, ha querido que en la jornada inaugural de este viernes en Vila-real se enfrenten los dos pilotaris de moda, los que últimamente salen a exhibición por partida, Puchol II y Genovés II.

La irrupción y consolidación de Puchol II ha supuesto una bocanada de aire fresco para la disciplina de aire, máxime en un momento en el que Soro III se había quedado sin rivales que pudiesen cuestionar su condición de escaleter número uno.

El de Vinalesa ha encandilado a la afición con su juego elegante a la vez que contundente y su carácter también le ha hecho ganar un buen número de seguidores. Hasta cuenta con un grupo de fieles, los autodenominados #pucholfans, que nunca fallan en las citas de especial relevancia.

El hijo pródigo

Pero si de algo se congratulan los incondicionales del trinquet es de la vuelta, ahora ya definitiva, de Genovés II. Como su padre, Genovés II tiene un aura, algo especial que conecta con el público.

Y en el trinquet se ha sufrido con su calvario de lesiones y en su regreso a las canchas, porque el jugador quería pero no podía. Pero todo esto ha acabado en el olvido. El hijo pródigo ha vuelto a casa para recuperar el sitio que le corresponde, entre los grandes. Y lo ha conseguido apretando los dientes y sobreponiéndose a los malos pensamientos, los que surgen ese día que pierdes una partida en la que el rival se ha apoderado de ti porque no eres capaz de cerrar el quinze como antes.

Genovés II aún tiene margen de mejora, porque su brazo derecho todavía puede imprimir más fuerza por arriba. Pero de un tiempo a esta parte al jugador se le ve disfrutar en el trinquet, feliz con su trabajo, y ese optimismo se ha trasladado a las gradas.

Según el jugador, la ausencia de dolores ha sido la clave. Lo cierto es que Genovés II vuelve a estar en la cúspide, brillando como antes de aquella pesadilla que parecía no tener fin.