El Levante UDDM y el Elche Vulcanizados Alberola protagonizaron la sorpresa desagradable de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey de fútbol sala disputada este martes. Y es que ambos quedaron eliminados ante dos rivales, en teoría, muy inferiores pese a que tenían el factor cancha a favor en una eliminatoria a partido único.

En este sentido, el conjunto dirigido por José Escrich viajó a Leganés pendiente del estado de Sena y Márquez pero convencidos de su superioridad en el cruce ante el Silver Novanca, que milita en el grupo IV de la Segunda B. Una superioridad que no fue tal en un encuentro en el que los granota acusaron la carga de entrenamientos y partidos.

No en vano prácticamente fueron a remolque durante todo el choque, dando alas a un rival crecido delante de su afición. Al final, victoria del conjunto madrileño por 3-2 que obliga a los valencianos a centrarse ya en la Liga. Una competición en la que este viernes recibirán en el Cabanyal en la jornada 4, a partir de las 20:00 horas, al Santiago Futsal.

Tampoco le fueron mucho mejor las cosas al Elche Vulcanizados Alberola, que visitaba la complicada pista del Valdepeñas. Un viejo conocido del cuadro ilicitano pues en las última temporada ambos coincidieron en Segunda División protagonizando duelos muy equilibrados que se resolvieron en ambos casos a favor de los de Miguel Ángel Cobeta. Anoche, desgraciadamente, no fue así y el Elche vio truncada su ilusión de llegar lo más lejos posible en la Copa del Rey para medirse a uno de los grandes de la Liga (3-2).

El Peñíscola salva los muebles

El único de los tres equipos valencianos que logró acceder a octavos de final fue el Peñíscola RehabMedic, que acabó con empate a 3 su encuentro ante el Naturpellet Segovia. Fueron los penalties los que decidieron y ahí, afortunadamente, el conjunto dirigido por Carlos Sánchez pudo cerrar ´in extremis´ su clasificación (6-7). El equipo castellonense pagó el largo viaje en autobus realizado apenas horas antes de arrancar el choque.