Las imágenes de la selección española de Rugby Seven luchando contra el ciclón de fuerza 5 que asola Fiyi, un país en mitad del océano Pacífico, ha trascendido el deporte. Su acción ha desatado elogios de deportistas, federaciones, el COE y hasta la embajada de España en Nueva Zelanda, el país más cercano, a 2.700 km, que les ha ofrecido todo su apoyo. El equipo mantendrá en principio sus planes de quedarse hasta el 3 de marzo, según confirmó César Sempere, uno de los dos valencianos que están entre los ´leones´. Eso sí, sus planes para preparar las Series Seven de Hong Kong y el Preolímpico para los JJOO de Río se han visto trastocados al igual que la vida diaria de este tranquilo archipiélago de 900.000 habitantes. De hecho, esta semana tenían un torneo, «pero todo apunta a que vamos a cambiar botas de rugby por mono de trabajo y herramientas», vaticina César Sempere, del Proyecto FER.

Este, junto a Matías Tudela, también formado en el Tatami RC, han vivido en primera persona la intensidad del ciclón, cuya peor parte se libró al norte de la isla. «Cuando se activó el nivel de alerta, nos juntaron a todos los residentes en una sala para explicarnos los protocolos de evacuación, las caras empezaron a cambiar y a hacernos preguntas», cuenta César Sempere en declaraciones al Proyecto FER. «Habíamos quedado con dos equipos para un triangular y no se presentaron. Nos sentó muy mal pero luego entendimos por qué. Al volver a las cabañas, vimos a jugadores de rugby del complejo hotelero llenando sacos terreros de 50 kilos y haciendo diques para evitar que entrara el agua. No lo dudamos ni un minuto y nos sumamos, la coordinación fue digna de un trabajo en equipo e hicimos todo lo posible para evitar que la fuerza incontrolable de la naturaleza no alcanzase el resort». «Los vientos de hasta 325 km/h han arrastrado árboles y viviendas. Aquí la mayoría son de madera y chapa, sin puertas ni ventanas. Aquí solo ha habido daños materiales pero mucho pánico por la incertidumbre y el posible giro del Winston», concluye.