Corredor, ultrafondista y cardiólogo en el Hospital General de Valencia y especialista en muerte súbita en la clínica Sermesa, Darío Sanmiguel es además organizador médico del Trail de L´Alcudia de Veo, prueba en la que exige certificados con electrocardiograma. Atiende a Superdeporte días después de conocerse de la muerte de un corredor tras cruzar la meta del Medio Maratón de Benidorm de 2015.

­-¿Se puede evitar la muerte súbita con un reconocimiento médico o una prueba de esfuerzo?

-La gente no pasa por controles específicos médicos, una prueba de esfuerzo solo no sirve para nada, eso solo ve un 10 por cien de la salud del corazón. Hay que hacer más pruebas, un buen reconocimiento enfocado al tema cardiológico: ecografía, anamnesis, historia clínica, electrocardiograma... Va dirigido a descartar causas cardiológicas, que es la principal causa de muerte.

-Pero en España no se exige.

-Hoy en día en el único país que está regulado desde los años 80 es en Italia, y han reducido un 80 por cien la muerte súbita. En L´Alcudia de Veo, en un trail que soy organizador médico, obligo a presentar un reconocimiento. En una prueba de 200 personas, pocas comparadas con las 16.000 del Maratón de Valencia, una tenía una potencial causa de muerte súbita y ya no está haciendo deporte, y dos tenían problemas cardíacos que, si bien podían competir entre comillas, en un futuro deberán abandonar la competición o someterse a una operación. Si en 200 personas hemos encontrado algo, que no significa que vaya a pasar nada, imagina en 16.000. Fue en 2015, está publicado en el congreso de la Sociedad Española de Cardiología.

-¿Se lo agradecieron?

-Uno me lo agradeció. Otros se quejaron mucho porque atentaba contra la libertad, pero a mí lo que me interesa es no tener problemas en la carrera. El tema es más serio de lo que parece. Cada vez hay más gente haciendo deporte, y si se aucumulan una serie de casos puede ser que las autoridades sanitarias se pasen al otro extremo y exigirlo como hizo la Generalitat catalana a raíz de una muerte en el Triatlón de Barcelona. No hay que esperarse sino anticiparse a ello, como el proyecto que presenté a la FEDME de un pasaporte médico con toda tu historia, antecedentes y pruebas. En España hay una Ley de 2011 del CSD a propuesta de cardiólogos, pero se la pasan por el forro, porque luego están las Autonomías.

-¿No están asustando a la gente?

-Se tienen que asustar, pero en el sentido de que si no te vacunas vas a tener un problema. Hay que perder el miedo. Si te haces un reconocimiento disminuye por 90 por cien la incidencia, es una barbaridad, es pasar de 10 muertes a solo una. El deporte es salud, mata más el sedentarismo, pero una cosa es salir a la marcheta y otra muy diferente la competición, ahí es donde están los problemas.

-¿Cuánto puede costar una prueba de esfuerzo en condiciones?

-Aproximadamente lo mismo que unas zapatillas, o la mitad de un pulsómetro. Y tiene más garantía. Si el coste es un problema para hacérselo, si se reduce todo a un tema económico, es para poner el grito en el cielo. Hay gente que piensa que la salud es secundaria y se ha acostumbrado a que la salud sea gratuita en España. Pero son 150 euros y cada aparato cuesta de 3.000 euros para arriba, más la formación, entrenamiento para descartar patologías y la toma de decisiones. No es el coste. Aún no he visto a uno que me diga: «si me lo descartas, lo que sea».