Arantxa Parra afronta sus segundos Juegos Olímpicos después de los de Londres 2012, y lo hace nuevamente con Anabel Medina como pareja de un dobles valencianoArantxa ParraJuegos Olímpicos Londres 2012 Anabel Medina muy especial, más si cabe en esta cita, pues ambas saben que serán los últimos. «Estos van a ser más especiales que los de Londres, ya que llegamos preparándolos a conciencia y con el objetivo de hacer algo grande, no como hace cuatro años, que apenas jugamos unos meses juntas. Y como serán los últimos, pues con más ganas de disfrutarlos aún», explica esta tenista nacida en Valencia hace 33 años, y que ya piensa en el futuro, pues su motivación, más allá de pelear por una medalla olímpica o entrar entre las ocho mejores del mundo y poder participar en el Masters este año, está en formar una familia y lanzarse al mundo empresarial.

«Quiero montar una especie de agencia de viajes pero más específica para tenistas, ya he empezado a prepararlo, y el año que viene a lo mejor viajo para hablar con ellos y explicarles mi proyecto. Aprovechando que tengo ranking, igual juego algún partido, pero la idea es acabar profesionalmente en 2016. Ahora tengo la motivación de los Juegos Olímpicos y de intentar llegar al Masters, pero también la ilusión por formar una familia, casarme, y no quiero alargarlo mucho porque ya tengo mis años y nunca se sabe...», añade a la vez que confiesa que, una vez vendida su casa en Barcelona hace unos meses, su deseo es instalarse definitivamente en su ciudad natal y, quién sabe si colaborar con su actual pareja de dobles en el Torneo ITF BBVA Ciudad de Valencia del que la torrentina es promotoraTorneo ITF BBVA Ciudad de Valencia y cuya primera edición se celebrará en el CT Valencia el próximo mes de noviembre. «Este año empieza ella como directora de un torneo, tenemos cada una su proyecto personal, y me gustaría poder hacer algo juntas y seguir colaborando. Seguro que se unen nuestros caminos en un futuro otra vez».

Pero lo primero son los Juegos Olímpicos, a los que viajan este mismo viernes, después de cuatro días de últimos entrenamientos en el Polideportivo Juan Antonio Samaranch de Valencia, con pistas duras similares a las de Río. Ambas llegan pletóricas. No en vano vienen de ganar tres torneos este año y otro en 2015. De los once títulos de dobles de Arantxa Parra, Medina es sin duda su pareja más provechosa. «Llevamos tres torneos ganados este año, Amberes el año pasado y ahora Acapulco, Monterrey y Estrasburgo, dos en pista rápida y dos en tierra». ¿Cuál es la clave? Arantxa lo tiene muy claro: «Ambas nos llevamos muy bien, nos conocemos y respetamos mucho. Ella me transmite tranquilidad, confía en mí y yo confío en ella como gran jugadora y gran persona. Esa complicidad en pista ayuda mucho, igual que haber jugado ya tiempo juntas, sabemos cuáles son nuestros puntos fuertes. Medina tiene la experiencia y la tranquilidad en los momentos importantes, y me la sabe transmitir. Estoy más tranquila con ella y más segura».

Y una cosa lleva a la otra. El sentirse fuertes les permite soñar con algo más que en Londres, cuando cayeron en primera ronda. «Creo que tenemos posibilidades de medalla. Hay parejas muy buenas, pero hemos demostrado que tenemos nivel, y con esta ilusión y ganas tenemos opciones. Siempre se puede tener un mal día, pero nosotras vamos con la ilusión de hacer un muy buen resultado. Hay muy buenas doblistas, pero no están con sus parejas habituales que son de otros países, y eso se puede notar. Si te tocan las Williams sería mala suerte, y es un partido muy difícil..., pero también hay que jugarlo».

Su historia, a diferencia de hace cuarto años, y sus mejores resultados, responden a una anécdota de Amberes, que Arantxa se atreve a contar: «Yo voy con una confianza diferente a Londres, porque estoy jugando en mi lado». Y todo porque Medina, retirada hace dos años de los individuales, decidió sacrificarse: «Ella lleva un año en la derecha y lo está haciendo increíblemente bien. En Londres me puse yo a la derecha en hierba y eran más complicados los desplazamientos, la preparación es diferente y lo afrontas de otra manera. Y en Amberes, entrenando, se decidió a ponerse allí, cuando a mí no me salía nada y estaba desastrosa. Ella quiso probar, jugamos, ganamos y dijo ‘a lo mejor sí que puedo jugar en la derecha’. Y yo, ‘ves cómo sí podías, en Londres teníamos que haber jugado al revés’. Pero no es fácil. Podríamos haber jugado juntas desde mucho tiempo antes pero ninguna se animaba a jugar en la derecha al estar más cómodas de revés».

La experiencia de poder vivir en la Villa Olímpica ilusiona especialmente a Parra. «En Londres estábamos muy lejos de la villa y era como jugar otra vez Wimbledon. Es año nos han dicho que las pistas están a 5 minutos y creo que lo disfrutaremos más. Estás con los mejores atletas del mundo, conviviendo con ellos, y me hace ilusión».

Parra y Medina son dos de los cuatro representantes valencianos dentro de una Armada de nueve efectivos. «Está muy bien», asegura, al tiempo que cree que habrá varias oportunidades de medalla entre todos: «En individual veo más posibilidades de medalla y de dar alegría que en el resto de dobles, que parejas nuevas que no juegan juntas casi nunca».

Y hablando de Brasil, pregunta obligada, máxime si como aseguraba antes hay expectativas de formar una familia a partir de 2017. El virus Zika trae de cabeza a muchos deportistas, e incluso hay golfistas como los tres mejores del mundo y tenistas como Berdych que han renunciado a Río por este motivo. A Parra, sin embargo, no le preocupa tras los consejos que les han transmitido. «Llevo el repelente oficial y mucha información de como prevenir infectarse. Vamos a intentar protegernos lo máximo posible, poco podemos hacer más», dice, negando rotundamente que pensara en bajarse de los Juegos. «No se me pasó por la cabeza renunciar, en ningún momento. Después de luchar tanto por estar ahí y encima bien preparadas, un mosquito no me va a parar. Si tengo que formar una familia y me tengo que esperar seis meses, pues me espero».