Para César Sempere, después de 16 años jugando en la selección de Rugby 7 con la que ha sido más de 300 veces internacional, los Juegos Olímpicos son el premio con el que siempre había soñadoJuegos Olímpicos: «es la mejor guinda a mi carrera deportiva con España. Tenía pensado colgar las botas internacionalmente pero no encontraba el momento».

El destino ha querido que el jugador natural de La Vila-joiosa pueda vivir su retiro soñado: «Después de los Juegos es una manera muy digna de dejarlo, la mejor». Como en el mejor guión de película, César y sus compañeros protagonizaban una de las grandes gestas del rugby español el pasado mes de junio, cuando contra pronóstico y en el último suspiro, se proclamaban campeones del Preolímpico superando a la favorita Samoa en la final. Sólo el ganador estaría en Río y ese honor recaía en la selección española: «Nosotros éramos los únicos de España y del mundo que confiábamos en nosotros mismos. Sabíamos que podíamos lograrlo por todo el sacrificio que hacemos diariamente. Teníamos claro que, o nos lo creíamos nosotros o no sería posible».

César Sempere y sus compañeros de selección vivirán un momento histórico ya que el rugby 7 debuta en el programa olímpico en Río: «El rugby está en auge, está creciendo mucho en la base, en las categorías inferiores. Ahora, con los Juegos Olímpicos tenemos una oportunidad que hay que aprovechar. Estar en un Mundial de rugby 15 es importante, jugar el circuito mundial es importante, pero estar en unos Juegos Olímpicos es impresionante, hay que venderlo muy bien, lo merecemos. España ha logrado algo muy difícil: clasificar a la selección femenina y a la masculina».

Para César, Río debe servir de escaparate para exhibir el rugby al mundo: «los muchos valores que tiene el rugby y que hay que compartir. A nivel deportivo y empresarial hay que aprovechar este momento. El rugby merece que se reconozca todo el esfuerzo que hacemos, es muy diferente a otros deportes que lo tienen más fácil».

El jugador de La Vila-joiosa es un pionero del rugby español. Ha sido el primer jugador nacional en jugar en el extranjero, ha vivido grandes momentos pero tiene claro con qué se queda: «Después de tanto tiempo, cambio todo por jugar unos Juegos Olímpicos. Cuando en el futuro me pregunten de qué estoy más orgulloso, sin duda diré que de haber sido jugador olímpico».

Ahora, tras los Juegos de Río, César Sempere emprenderá una nueva etapa, dejará la selección de rugby Seven para integrarse como jugador del primer equipo y entrenador de base en el Tatami: «Toda mi vida he ido recopilando ideas de cómo sería un club con mi filosofía de trabajo. El Tatami es una entidad con 50 años de historia que merece estar al nivel que estaban hace unos años el CAU, La Vila, Les Abelles... Queremos trabajar desde la humildad, desde el corazón, es un club muy humano. Vamos a priorizar lo social a lo deportivo aunque también creceremos deportivamente. Nuestro deseo es hacer partícipes a los padres, a los veteranos, a los patrocinadores...».

El internacional valenciano tiene claro que tras una exitosa carrera deportiva «ahora es momento de transmitir, me apetece mucho», afirma Sempere, que recientemente participaba en un campamento en Oliva con más de 130 niños: «Los chicos son esponjas y un entrenador en activo puede ser un ejemplo para los niños», destaca Sempere, que además de entrenar jugará la próxima temporada en División de Honor B con el Tatami».

El deportista del Proyecto FER destacó también el buen ambiente que existe con los otros 2 jugadores de la Comunitat Valenciana que están en la selección: «Matías Tudela lleva también muchos años en la selección Seven y , también está Javier Carrión, un chico joven con muchas ganas de progresar».

Este año, Sempere y sus compañeros de selección han sido protagonistas por partida doble: por su épica clasificación para los Juegos y por el ejemplo de solidaridad que dieron ayudando a la población local de Fiyi cuando les sorprendió un ciclón durante una concentración en ese país: «Es un poco raro que la gente te halague, te envíe mensajes..., pero también es bonito. Es positivo que los medios nos llamen. Hacemos un gran sacrificio. Dejamos familia, novias, trabajo, económicamente los números son negativos...».

El jugador valenciano ha tenido que pagar también un alto precio físico para cumplir su sueño: «este año he tenido cinco lesiones graves, me he roto el gemelo en dos ocasiones, el ligamento lateral interno y he sufrido un esguince en la rótula. Por eso estar en el grupo de 12 elegidos para Río es muy importante para mí». Conseguido el objetivo más importante que era estar en los Juegos, ahora César ya piensa en un nuevo reto: «nuestro deseo es estar entre los 8 primeros, ganar algún partido en la fase de grupos y meternos en los cuartos de final. Ganar un diploma olímpico sería ideal».

El jugador de La Vila se enamoró del rugby siendo un niño: «Empecé jugando al rugby en el colegio, con un grupo de amigos. Practicaba el fútbol, el baloncesto... Jugaba al fútbol con la Vila y sin cambiarme me iba a jugar al rugby o al revés. Hasta que me llamó la selección valenciana, luego la selección sub´17 y ya me centré totalmente en el rugby». En Río César se despedirá de la selección de rugby 7 pero también quiere hacerlo con el XV del León: «No descarto jugar un partido con la 15 para retirarme, para despedirme como es debido».

La pasión por el rugby también ha contagiado a su hermana Yolanda Sempere: «ahora vive en Inglaterra donde ha jugado varios años. Además jugó en La Vila, en Cheste, en Majadahonda, ha sido internacional...».