Javier Mario Carrión ha cumplido uno de sus grandes objetivos: formar parte de la selección española de Rugby Seven en los Juegos de RíoJavier Mario CarriónRugby SevenJuegos de Río: «Estoy muy contento, es un sueño. Clasificarnos para los Juegos era un objetivo por el que hemos luchado mucho y conseguirlo fue algo increíble y más por la forma en que lo logramos», destaca el jugador valenciano que ya nunca olvidará el preolímpico en el que España, contra todo pronóstico, superaba a Samoa en la final proclamándose campeona y certificando su presencia en Río: «fue muy emocionante, ganamos los dos últimos partidos ya con el tiempo cumplido. Además derrotamos a Samoa, que venía de ganar las Series Mundiales».

Para Carrión la clave para que la selección española de rugby esté en los Juegos Olímpicos es la fe en sí misma: «nos lo creímos, luchamos por ello, y aunque todo estaba en contra, lo logramos. Hemos aprendido que para lograr algo, lo primero que hay que hacer es creer en ello». Pero detrás de la clasificación para Río hay sobre todo mucho trabajo: «nuestro secreto no es otro que entrenar muy duro. Físicamente nos machacamos mucho. Nuestra mayor virtud es que entrenamos cada día con la máxima intensidad. Eso es algo que se ha visto reflejado en el Preolímpico. Cuanto más avanzaba el torneo, mejor nos encontrábamos, no dábamos nada por perdido nunca».

Para Javier Mario, ahora, el objetivo de la selección debe ser mantener ese mismo nivel en Río: «Yo no pienso en resultados, lo que quiero es que podamos jugar con el mismo nivel de intensidad. Si todos y cada uno de de los componentes del equipo mantenemos el mismo nivel de compromiso y concentración, creo que los resultados vendrán solos. Hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera pero también sabemos que si no mantenemos el nivel, también podemos perder ante cualquiera de nuestros rivales en Río».

Carrión cumple su sexto año como integrante de la selección española de rugby: «Empecé con 20 años, en noviembre cumpliré 26. He vivido cosas muy bonitas con la selección. He jugado un Mundial y estuvimos dos años en las Series Mundiales».

Aunque ahora está centrado en la selección española de Rugby Seven, Carrión también es un asiduo a la selección de rugby 15: «Me gustan las dos modalidades, me resulta complicado decantarme por una o por otra. Según el año y el calendario de competición me centro más en una o en otra. Por eso este año, al disputarse el Preolímpico y la posibilidad de ir a los Juegos me he centrado al cien por cien en la selección de Rugby 7, pero el año que viene puede ser al revés».

El rugby Seven requiere tener una gran preparación física: «Se juega en las mismas dimensiones que el rugby 15 pero con la mitad de gente, por eso se corre más, tienes que ser más atlético ya que se juega a intensidad muy alta. Los jugadores de rugby 15 son más grandes, más pesados».

La selección de rugby 7 pasa gran parte del año concentrada en Madrid: «Son jornadas duras, entrenamos en el campo de rugby pero además hacemos también mucho trabajo de gimnasio, de preparación física, correr...La mañana, de 10 a 13:00 la dedicamos a la preparación física y por la tarde, toca entrenamiento con balón». Javier Mario Carrión, aunque ahora vive en Alicante, nació en Godella. Allí descubrió el rugby: «mi hermano Guillem, que es nueve años mayor que yo, iba al colegio Cumbres y allí jugó un par de años al rugby, luego se lo dejó pero lo retomó en la Universidad de Alicante. Yo iba a verle y de tanto ir, me aficioné y en cuanto pude, me apunté». Al igual que su hermano, comenzó jugando en el equipo de la Universidad de Alicante hasta que La Vila se fijó en él, club en el que sigue y con el que juega cuando sus compromisos con la selección se lo permiten: «La selección de rugby funciona de forma distinta al resto de deportes. Aquí te contrata la Federación y es casi como un club, hay muchas competiciones a lo largo del año, por lo que no te deja mucho tiempo para otras cosas. Por eso apenas puedes jugar con tu club».

Su contrato con la Federación le obliga a estar fuera de casa mucho tiempo: «Normalmente estamos concentrados en Madrid, a veces también vamos al CAR de Sierra Nevada. Este año para preparar el Preolímpico hicimos una concentración de un mes en Fiji, que fue una gran experiencia, la gente allí es increíble. Nos tocó vivir el ciclón y no dudamos en ayudar en lo que pudimos. Nosotros no pasamos ningún peligro pero sí temimos por la gente de allí que vive en casas muy precarias».

La entrada en la selección de Carrión coincidió con la declaración del Rugby 7 como deporte olímpico: «fue una gran alegría. Cuando me enteré de que entraría en el programa olímpico de Río, desde luego que mi deseo fue poder estar allí. Estaba aún lejos, pero poco a poco lo hemos logrado».

Para Javier Mario Carrión, los Juegos Olímpicos de Río son la gran oportunidad del rugby para dar un salto de calidad en España: «El rugby tiene que aprovecharse de este escaparate, del tirón que siempre suponen los Juegos Olímpicos. De momento, con la clasificación para Río estamos logrando ya que se hable más de rugby. Desde los clubes se está haciendo un buen trabajo para fomentar la base, la cantera y ahora sólo falta que los patrocinadores, las empresas crean también en este deporte».

La preparación de los Juegos ha sido intensa hasta última hora: «hemos tenido las dos fases del Europeo pero todo esto va bien, cuanta más competición tengamos antes, mejor ya que eso te obliga a mantener el nivel, a no perder el ritmo de competición».

Javier Mario no estará solo en Río ya que sus padres y sus hermanos ya tienen los billetes para volar a Brasil: «en mi casa hay pasión por el rugby, están todos superemocionados de que vaya a los Juegos. Lo primero que hicieron cuando España se clasificó fue sacarse los billetes para Río, incluso sin saber a ciencia cierta que yo iba a ir, siempre hay el riesgo de sufrir una lesión y de que vaya otro compañero. Cuando logramos ganar el Preolímpico yo creo que me alegré más por mi familia que por mí, sabía que iba a ser una enorme satisfacción para ellos».

Si en su día Javier siguió los pasos de su hermano Guillem, a su vez, el tercero de la saga también ha seguido los pasos de sus hermanos: «tengo un hermano 5 años menor que también juega, estamos todos enganchados al rugby». Carrión, en este sentido, destacó el apoyo que siempre le ha brindado su familia: «mi madre es increíble, se encarga de que lleve una alimentación supersana, cuida todos los detalles, mi padre y mis hermanos me apoyan al máximo».

Para el jugador valenciano también ha sido muy importante contar con el apoyo del Proyecto FER: «es una ayuda enorme, te da mucha tranquilidad. Este año sólo me he tenido que dedicar a entrenar, a cuidarme, a mejorar...el Proyecto FER nos mima mucho».