El golf regresa a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro por primera vez en 112 años. Un deporte que apenas cuenta con dos participaciones en toda la historia de los Juegos -París 1900 y Saint Louis 1904-, pero que en las últimas ediciones había reclamado con fuerza su reingreso en el programa olímpico. Un esfuerzo que tuvo su recompensa al ser incluido de cara a Río de Janeiro 2016, pero que finalmente ha quedado algo deslucido por la renuncia de muchos de los grandes nombres del golf mundial a participar en la competición. Por distintos motivos, aunque principalmente el económico.

Por suerte para España y la Comunitat, el mejor golfista nacional, Sergio García, sí estará en Rio. El de Borriol no se ha borrado como muchos de sus ´colegas´ y tomará la salida en el ´tee´ del hoyo 1 del Campo Olímpico ubicado en la reserva de Marapendi el próximo 11 de agosto. Lo hará tras haber fallado el corte en el último ´Major´ de la temporada, el PGA Championship, algo que no le ocurría desde el Masters de Augusta de 2014. Un pequeño borrón que no empaña la gran trayectoria del golfista castellonense en los últimos 24 meses, en los que ha recuperado su mejor juego, lo que le ha servido para mantenerse con regularidad en el Top 10 del ránking mundial individual, en el que ha caído al número 11 justo tras este fin de semana.

Sergio García, uno de los mejores golfistas de las últimas dos décadas en el panorama internacional, comenzó a jugar al golf desde muy pequeño y no tardó en demostrar que tenía un talento especial para este deporte. Agarró su primer palo a los tres años de edad, siempre bajo la tutela de Víctor García, su padre, mentor y maestro. Sergio destacó muy pronto en todas las categorías y a los 12 años ya estaba muy claro que se trataba de un jugador especial llamado a codearse con los mejores del mundo en el futuro. Cuando sólo tenía 15 primaveras, consiguió pasar por primera vez el corte en un torneo oficial del European Tour y apenas tres años más tarde decidió pasarse a profesional.

García tardó muy poco en hacerse un hueco entre los mejores. Su nombre dio la vuelta al mundo al conseguir clasificarse para la Ryder Cup de 1999 en apenas unos meses de competición. Su explosión fue vertiginosa. También aquel año, el español protagonizó una imagen que ha quedado para siempre en la retina de todos los amantes del golf. Ocurrió en la última ronda del PGA Championship. Se batía en duelo con Tiger Woods cuando pegó uno de los mejores golpes que se recuerdan. Desde detrás de un árbol, sin apenas visibilidad, en el hoyo 16 de Medinah, consiguió llevar la pelota a green.

Desde entonces, su trayectoria ha sido sobresaliente y llega a Río con la ilusión del niño que veía en su casa los Juegos Olímpicos soñando con poder jugarlos algún día, aunque por aquel entonces el golf no era deporte olímpico. Muchos son los éxitos que ha cosechado a lo largo de su carrera, pero se le resiste todavía el triunfo en uno de los cuatro grandes torneos del mundo del golf, por lo que estos Juegos Olímpicos aparecen como una oportunidad única de ganar ese punto de confianza que le falta para ´rematar´ en las citas importantes. Las circunstancias que rodean a esta competición no pueden ser más favorables.

Sergio llega bien, confiado en su juego tanto de ´tee´ a ´green´ como con el ´putter´. Pero, además, muchos de los mejores jugadores del mundo no estarán en Rio. Jordan Spieth, Jason Day, Dustin Johnson, Rory McIlroy, Branden Grace, Louis Oosthuizen o Hideki Matsuyama -todos ellos entre el Top 20 del ránking mundial- han renunciado a la cita, por lo que Sergio aparece entre los claros favoritos a medalla. El de Borriol ya se está preparando a conciencia para esta gran cita, en la que no estará solo pues por España también competirán Rafael Cabrera-Bello, Azahara Muñoz y Carlota Ziganda. Cuatro claras opciones de medalla para la delegación española en Río 2016, aunque en este deporte, y más en un campo a estrenar para la ocasión y en el que ningún golfista ha podido jugar todavía, siempre puede pasar de todo.