Los Chicago Cubs hicieron buenos todos los pronósticos al convertirse en campeones del "Clásico de Otoño" tras derrotar en 10 entradas 8-7 a los Cleveland Indians en el séptimo partido de la serie al mejor de siete. Como en la escena de Regreso al Futuro, aunque la película falla en la previsión por un año, ya que su vaticinio era para 2015.

El equipo de Chicago, que durante la temporada regular fue también el mejor al conseguir 103 victorias --nueva marca de equipo--, le quiso dar suspense y dramatismo a la eliminatoria decisiva al estar abajo 1-3 para luego completar la remontada con tres victorias consecutivas.

Los Cubs se convirtieron también en el sexto en la historia de las Grandes Ligas que, con una desventaja de 1-3 en la serie, consiguen la remontada y la gana con tres triunfos consecutivos, incluidos los dos últimos logrados fuera de su campo.

El último equipo que lo había conseguido fueron los Kansas City Royals en la Serie Mundial de 1985.

Nada más concluir el dramático partido y quedar definido al nuevo campeón de la Serie Mundial, los libros de apuestas de Las Vegas ya daban a los Cubs como los favoritos a revalidar el título el próximo año.

De momento, lo que si consiguieron los Cubs fue acabar con una espera de 108 años sin tener el título del "Clásico de Otoño", que habían ganado por última vez en 1908.

"Es algo maravilloso lo que hemos conseguido este año", declaró Ben Zobrist, que impulsó la carrera que rompió el empate en la pizarra (6-6) y recibió el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial. "Todo el equipo supo reaccionar en los momentos complicados y jugamos un gran béisbol en el séptimo partido".

El corredor emergente de origen cubano Albert Almora Jr., con el bateo de Zobrist contra el relevista Bryan Shaw, anotó la carrera de la ventaja y otro emergente, el venezolano Miguel Montero, pegó sencillo que llevó al primera base Anthony Rizzo a la registradora para el 8-6 que luego sería la carrera de la victoria.

Los Indians reaccionaron con una anotación del bateador emergente Brandon Guyer al aprovechar el bateo de Rajai Davis contra el relevista Carl Edwards, que tenía dos "outs" en la pizarra.

El relevista zurdo Mike Montgomery (1-0) le quitó la pelota a su compañero y se encargó de sacar el último "out" del partido al forzar una rola por tierra del emergente dominicano Michael Martínez a la tercera base donde estaba Kris Bryant que mandó a tiempo la pelota a Rizzo y se quedó con el rescate.

La victoria fue para el relevista cubano Aroldis Chapman (1-0), que trabajó una entrada y un tercio, cedió tres imparables, incluido home run de dos carreras, no dio bases por bolas y abanicó a dos bateadores rivales.

"Era mi gran sueño conseguir el título de la Serie Mundial y aunque sentí una gran frustración con el home run que concedí, siempre tuve confianza en que podía hacer mi trabajo y lo mismo el resto de compañeros", declaró Chapman, que llegó a los Cubs el pasado agosto en un traspaso que hicieron con los Yankees de Nueva York.

El bateo de los nuevos campeones de la Serie Mundial estuvo encabezado por Dexter Fowler, el segunda base puertorriqueño Javier Báez y el receptor David Ross, que pegaron sendos home runs solitarios.

Ross, de 39 años, que jugó su último partido como profesional, se convirtió en el pelotero de mayor edad que pegó un home run en una Serie Mundial.

"Será algo inolvidable todo lo que hemos vivido esta temporada y la manera como la concluimos, más equipo que nunca, luchando y sintiendo siempre que podíamos ganar", declaró Ross. "No es el momento de hablar de mi futuro sino de celebrar el gran logro de ser campeones de la Serie Mundial".

La última vez que los Cubs habían conseguido el título del "Clásico de Otoño" fue en 1908, desde entonces habían estado en varias Series Mundiales, la última la de 1945, sin que pudiesen conseguir la victoria final.

Los Cubs lograron convertirse en el primer equipo que voltea un 1-3 en contra en el Clásico de Otoño con victorias como visitante en los últimos dos partidos desde los Pittsburgh Pirates en 1979 para reivindicar que tuvieron que acabar con todos las frustraciones lejos de su campo del Wrigley Field.

Por fin, después de dejar atrás la "maldición de la cabra", la presencia de gatos negros en el campo y las acciones desafortunadas de aficionados que capturaron pelotas decisivas, los Cachorros demostraron en el campo ser un equipo más completo que los Indios, que se convirtieron en la gran revelación.

Pero a diferencia de lo que hicieron los Cavaliers de Cleveland, que remontaron una desventaja de 1-3 en las Finales de la NBA ante los Warriors de Golden State, los Indians vivieron la experiencia contraria para dejar al equipo de baloncesto como el gran campeón que cortó la sequía de títulos que se daba en los clubes profesionales de la ciudad.

La derrota se la quedó Shaw (0-1), que sólo pudo sacar un "out" en el décimo episodio y fue castigado con tres imparables y dos carreras limpias, además de dar una base por bolas.

Los Indians jugaron la última vez la Serie Mundial en 1997 y la habían ganado en 1948.

El gran mérito para los Indians fue luchar hasta el final y conseguir que a pesar de estar abajo 1-5 en el marcador, por mediación del home run de dos carreras de Davis contra Chapman forzaron el empate a 6-6 e hicieron que el séptimo partido de la Serie Mundial del 2016 ya forma parte de la mejor historia del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

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