La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) tiene ya identificado el origen de la sangre de las 211 bolsas de la Operación Puerto, y que mediante pruebas de ADN se ha asignado a 36 deportistas, 23 de ellos ciclistas y el resto de atletas, tenistas y futbolistas. Unos nombres que, sin embargo, aún no se han hecho públicos, al haber prescrito 10 años después los delitos por los que se juzgó un caso que tenía en las bolsas una de sus principales pruebas.

La AMA recibió hace ocho meses estas bolsas y ha logrado poner nombre a los propietarios de una sangre que se identificaba con nombres tan extraños como Urco, Obélix, Clasicómano, RSOC, César, 101, Cowboy, Pepito, entre otros tantos.

Sin embargo, los abogados de la AMA tratan de encontrar alguna forma legal de comunicar públicamente los verdaderos nombres sin abrir la puerta a futuras demandas, pues el delito, cabe recordar, prescribió a los diez años.

De hecho, el caso se resolvió 22 días después de cumplirse el plazo, el 14 de junio de 2016, y eso que estalló el 23 de mayo de 2006, momento en el que se requisaron las 211 bolsas que llegaron a la AMA diez años y un mes después.

El exdirector general de la AMA, David Howman, se refirió a este asunto en Madrid durante unas conferencias agencia española antidopaje (AEPSAD) sobre Congreso Deporte, Dopaje y Sociedad. Según declaraciones de Howman que recoge El País, «los abogados están estudiando los pasos que dar con seguridad, teniendo en cuenta que el caso ha prescrito y los deportistas implicados teóricamente no pueden ser sancionados. Yo soy partidario de dar los nombres».