En Dublín van a tardar en olvidar a Dani Barez. El luchador de MMA de Burjassot se sobrepuso al ambiente hostil del 3Arena de la capital irlandesa y derrotó al local Ryan ‘Chaos’ Curtis, logrando el cinturón Lonsdale European. Barez dominó de principio a fin un espectacular combate, que se decidió a los puntos, pero en el que se quedó muy cerca de conseguir una finalización en varias ocasiones. Eso sí, y pese a luchar fuera de casa y contra un luchador local, los jueces no tuvieron más remedio que reconocer la superioridad de Barez, al que terminaron dando la victoria por unanimidad. No cabía espacio para la duda. El valenciano fue mejor y merecía el cinturón.

Tras largos meses de preparación en el gimnasio Training Unit de Alboraya, bajo la tutela del referente de la MMA en España José Luis Zapater ‘Titín’, al fin llegó el día. Barez saltaba al octógono del 3Arena de Dublín preparado para no dar cuartel a Ryan Curtis, pupilo del irlandés Conor McGregor. Y desde el primer instante mostraba su ambición, no dando un segundo de respiro a Curtis con buenas combinaciones de puñetazos y patadas al costado de su rival. El primer asalto fue frenético, consumiendo mucha energía de ambos luchadores.

Por eso, a partir del segundo, la lucha terrestre entró en juego. Barez, eso sí, demostró saber desenvolverse igual de bien en el suelo, y siempre mantuvo la iniciativa ante los constantes intentos de derribo de Curtis, que claramente prefería ir al suelo antes que intercambiar golpes de pie. Solo tuvo un momento de peligro Barez, cuando el irlandés consiguió conectar un golpe a la mandíbula del valenciano, pero se repuso rápidamente y volvió a tomar la iniciativa.

En el tercer y definitivo asalto, las fuerzas de ambos estaban al límite, pero aún así Barez trató en varias ocasiones de conseguir la finalización con un estrangulamiento. El irlandés supo defenderse con uñas y dientes y no cedió a estos intentos de finalización, pero ya no tuvo opción de dar la vuelta a una pelea que terminó decidiéndose a los puntos, con victoria unánime para Barez.

Tras el combate, el luchador de Burjassot, que hoy mismo tenía una boda, se mostró eufórico junto a sus entrenadores. Como anécdota, la organización le quitó durante unos minutos el preciado cinturón que acababa de ganar, pero seguro que ya se lo han devuelto y está ya en València. Mucha sangre y sudor ha costado como para no traerlo.