La polémica por el escandaloso arbitraje de Vlad Iordachescu en el Bélgica-España de rugby del pasado fin de semana no cesa. El mundo del rugby se ha levantado en contra del grave perjuicio sufrido por el 'XV del León' y el hastag #JusticeForSpainRugby corre por las redes sociales exigiendo que se repita el partido. Pues bien, Rumanía parece haber pasado a la contra y, después de que el presidente de su Federación llamara "gamberros y bastardos" a los jugadores españoles, ahora trata de hacer pasar al colegiado Iordachescu como la víctima de toda esta polémica.

En una decisión surrealista, la Federación Rumana de Rugby ha solicitado a la organización de la Challenge Cup, una competición continental de rugby, a que retire la designación de Iordachescu como árbitro principal del partido Pau-Stade Francais Paris. El motivo de esta petición, que ha sido aceptada (también surrealista) según la propia Federación Rumana, es la cercanía geográfica de la ciudad de Pau con España (unos 70 km) y la presencia de jugadores internacionales españoles en el equipo galo.

La Federación rumana argumenta su decisión alegando "motivos de seguridad" y rechaza que tenga algo que ver con que Iordachescu haya recibido ya una sanción o, al menos una advertencia, después de su nefasta actuación en el choque entre Bélgica y España del pasado fin de semana, que acabó con las esperanzas de clasificación directa para el Mundial de Japón de España y provocó la clasificación de Rumanía.

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