La polémica suscitada tras el partido del pasado domingo entre las selecciones de Bélgica y España Bélgica España ha dado la vuelta a mundo, pero la última en sumarse a la misma ha sido la Federación Rumana de Rugby, la gran beneficiada de la actuación arbitral contra España al lograr la clasificación directa de su selección para el Mundial de Japón de 2019.

Así, en un duro comunicado tras conocer la petición de la Federación Española de repetir el partidoFederación Española, resalta que "la hostilidad centrada en el equipo de árbitros rumanos contradice no sólo el espíritu del rugby sino el fair-play en general. No hay ninguna excusa frente la actitud violenta sobre el campo, este comportamiento daña seriamente la imagen general de este deporte. Los valores de esta disciplina deben ser no sólo declarados sino considerados como un código de conducta por todos los implicados".

A ello añaden que "nos entristece el hecho de que una competición de gran importancia, organizada por Rugby Europe, sea escenario de tales manifestaciones, que piden ser sancionadas de manera drástica para desalentar que se repitan".