Clara Cuesta tiene 11 años, tiene síndrome de down pero eso no le impide ser una más en la escuela de triatlón del CT Huracán Valencia donde entrena con chicos y chicas sin discapacidad. Practica el deporte de las tres disciplinas desde hace dos años y ya ha cruzado con éxito varias metas. La más importante, la de la inclusión.

La versión adaptada del triatlón, el paratriatlón, es una disciplina en auge en la Comunitat Valenciana. Son muchas las pruebas que ya incluyen la categoría de adaptado en sus programas de competición e incluso la Federación de Triatlón de la Comunitat Valenciana está presidida por un paratriatleta, Valeriano Moreno. Un ejemplo de esa apuesta por la inclusión, por el acercamiento del triatlón a todos, es Clara Cuesta, una niña valenciana de 11 años integrante de la escuela del CT Huracán Valencia. «Clara empezó a practicar triatlón hace dos años. Yo formo parte de una ONG, Rastro Solidario, y colaborábamos frecuentemente como voluntarios en las pruebas de triatlón organizadas por la Federación Valenciana. Allí conocí a los miembros del Huracán, explica José Ramón Cuesta, padre de Clara.

La deportista valenciana fue acogida muy bien en el equipo, en el que también está su hermano Pascual, de 10 años y que no padece ninguna discapacidad: «Clara es una más en el equipo, entrena junto al grupo y hace todos los entrenamientos como el resto. Todos, sus compañeros, su entrenador... la arropan, la apoyan mucho». Las experiencias de Clara Cuesta como triatleta han sido plasmadas en un cuento escrito por su propio padre ´El Cuento de las 3T: Trisomía, Triatlón, ¡Tricampeona!´. «Los beneficios van destinados a la ONG Rastro Solidario». No es el único cuento protagonizado por Clara ya que en ´El Maestro de la bola negra´, también escrito por José Ramón, narra sus inicios en otra de sus grandes aficiones: el billar, deporte que practica en un club de Moncada. «Yo jugaba al billar y un día mis hijos me dijeron que también querían aprender. A Clara le gusta mucho».

José Ramón Cuesta quiere que el ejemplo de su hija sirva para normalizar la inclusión de las personas con síndrome de down en el deporte: «Queremos concienciarles sobre la importancia de hacer deporte. En el caso de las personas con síndrome de down tiene muchos beneficios. Les ayuda a ser constantes, a ganar confianza en sí mismos, a nivel físico, a luchar contra la obesidad ya que las personas con síndrome de down tienden a coger peso, les ayuda a fortalecer sus músculos, a relacionarse»...Clara debutó en el triatlón de Gandia: «fue un día muy especial, se cayó de la bici pero pudo llegar a meta».