El nuevo ministro de Cultura y Deportes, Màxim Huerta, se ha comprometido a "mimar y amar" el deporte, aunque ha admitido que ni lo practica ni lo seguía, y ha asegurado que "también es educación y cultura".

"Sabéis que no lo practico y no solía seguirlo, pero pienso mimarlo y amarlo. El deporte también es educación y cultura", escribió Huerta en su cuenta de twitter poco después de prometer su cargo en la mañana de este jueves ante el rey Felipe VI.

"El deporte es respeto, superación, humildad, perseverancia...Todo eso pienso ejercitarlo con tesón y esfuerzo. Gracias a todos por los mensajes. Empezamos", añadió Huerta en su tuit.

El nuevo ministro de Cultura y Deporte aseguró antes de su toma de posesión que admira a todos los deportistas porque son "superhéroes ganen o no ganen medallas" y hacen algo que él no ha podido hacer.

En declaraciones a Radio Nacional (RNE), el valenciano se refirió a uno de los tuits escrito por él, en el que afirmó que "odia" el deporte. Huerta explicó que "está mal entendido", porque "falta una parte de la frase" en la que dice que no le gusta practicar deporte, ya que es asmático.

El ministro, periodista y escritor aseguró este jueves que está "a favor del humor y de la libertad de expresión, incluso de la chanza" y que es "absolutamente tolerante", por lo que no hay problema en que revisen sus tuits, aunque su labor empieza ahora y antes escribía sin saber la repercusión que tendrían.

Huerta dijo que ahora no se arrepiente de sus mensajes en Twitter pasados porque aún no los ha visto, pero cuando los vea "seguro" que se arrepentirá y "corregirá", aunque insistió en que su labor como ministro empieza a partir de hoy "con ganas y responsabilidad".

También aclaró que escribe en las redes sociales desde que eran "casi como un chat de amigos y sin saber la repercusión y sin saber que las cosas se podían utilizar".

Sobre sus prioridades al frente del ministerio citó cuestiones como cambiar la Ley de Mecenazgo, el Estatuto del artista o poner el IVA del cine "a niveles europeos".

"La cultura es un tesoro, no podemos menospreciarlo", advirtió, y añadió que hay que prestarle atención tanto a los creadores como a los que quieren a acceder a esa cultura que es lo que hace a la gente "libre y además felices".

Además, confesó que no se esperaba la llamada de Pedro Sánchez para ofrecerle dirigir un ministerio. "Si dijera que lo espera sería un arrogante, y no lo soy, sigo siendo un chaval de pueblo que ha trabajado y ha llegado hasta aquí", dijo tras afirmar que es el momento de aceptar el reto "de forma positiva y con compromiso"