Bruno Hortelano, el mejor velocista español de todos los tiempos, regresó a la elite del atletismo mundial, después de casi dos años inactivo por un accidente de coche, con un cuarto puesto en la final de 200 metros de los campeonatos de Europa, dominada por el campeón del mundo, el turco Ramil Guliyev.

Hortelano era el defensor del título, pero hubo de inclinarse ante Guliyev, el sucesor del jamaicano Usain Bolt como campeón del mundo, que se impuso con nuevo récord de los campeonatos (19.76), y también ante el británico Nethaneel Mitchell-Blake (20.04) y el suizo Alex Wilson (20.04), que le adelantaron en el último metro.

El plusmarquista español se quedó a una sola centésima del podio, con un crono de 20.05.

El ránking europeo del año proclamaba un solo favorito: Guliyev, el único europeo que había bajado de los 20 segundos este año (19.90 en Oslo, 19.92 en Estocolmo, 19.99 en Mónaco). No estaba el holandés Churandy Martyna -campeón en Amsterdam hasta su descalificación por pisar fuera de calle-, que fue eliminado aquí en semifinales.

Hortelano corría por la tercera calle, tres a la izquierda del hombre de las gafas negras Guliyev, entre los británicos Adam Gemili y Nethaneel Mitchell-Blake.

El español fue el segundo más rápido en la partida (147 milésimas, frente a las 142 de Wilson) y se mantuvo en posiciones de podio durante 198 metros. Sólo en los dos últimos perdió la compostura, en su afán por aferrarse al podio. Aún así, se quedó a una sola centésima de la mejor marca de su vida (10.04), que fue, curiosamente, la que entregó la plata y el bronce.

Alex Wilson, como Hortelano, llegó a Berlín después de haber batido el récord nacional, en su caso con 20.14 en Zofingen.

Veintitrés meses después de sufrir en Madrid un accidente de coche que pudo trucar su carrera deportiva, Bruno Hortelano ha culminado con un cuarto puesto europeo un laborioso proceso para volver a ser el velocista competitivo que fue antes del percance.