Claudio Chiappucci, 'El Diablo' (Uboldo, 1963) participará este sábado en la Marcha Ciudad de València junto a Miguel Indurain, su bestia negra en el Tour y en el Giro en la última década del siglo pasado. El italiano recuerda ante SUPER la rivalidad que le privó de añadir a su palmarés una gran vuelta, pero asegura que aún compiten entre sí pues «a la gente le gusta y lo aprecia».

El italiano pasó este jueves diversos exámenes físicos en la Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Nisa 9 de Octubre, que dirige el doctor y deportista Darío Sanmiguel. En concreto, revisión cardiológica, ecocardiograma y prueba de esfuerzo con consumo de oxígeno, cuyos resultados fueron aptos para un esfuerzo como el que realizará este viernes en el duelo con Ricardo Ten en La Marina y el sábado junto a 2.500 cicloturistas.

- Vuelve a València, y coincidirá con Miguel Indurain.

- No hace mucho corrí la Marcha Ciudad de Valencia, ahora es la segunda vez. Con Miguel he coincidido también en la marcha que organizo en Francia, y en una carrera por etapas el año pasado en Ibiza. Cada reencuentro es bueno, todos nos conocen por nuestra rivalidad en el Giro y en el Tour, y es muy bello ver que a la gente le gusta vernos de nuevo, para ellos es bonito recordarnos tantos años después de competir. Pero cuando estamos juntos nos picamos siempre, lo llevamos en el corazón, es normal. Si él ataca, yo le sigo; si yo ataco, él me sigue. El duelo sigue entre nosotros. A la gente le gusta y lo aprecia. Nos sienten como símbolos de una etapa histórica del ciclismo, años en los que la gente vibraba con lo que hacíamos compitiendo en el Tour de Francia y en el Giro de Italia.

- Fue dos veces segundo en el Giro, y en otra tercero; y exactamente igual en el Tour. ¿Siente como si el ciclismo le debiera algo?

- El momento más importante siempre ha sido el Tour, pero ha coincidido con las cinco victorias de Miguel. Desde el momento en el que nos hemos encontrado siempre pensábamos en ganar, y por eso la mejor historia para mí era atacar de muy lejos en etapas largas, difíciles, y tratar de dejarlo solo sin el equipo. Era la única manera.

- ¿Igual que hizo en aquella inolvidable etapa entre Saint Gervais y Sestrieres en el Tour de 1992?

- Sí, exactamente, pero esa etapa salió de forma natural, no sabía como iba a salir. Llegar a Italia era muy importante para mí, salí delante para no perder ni un momento, entré en la fuga y muy pronto ya estaba solo en la escapada. Para mí era normal porque tenía que pelear el maillot de la montaña, pero después de 90 km estaba solo. La etapa era de 250 km, una de las que me acuerdo especialmente. Era todo mental, esperaba que por detrás el pelotón se desintegrara y hubiera ciclistas por todas partes, y así pasó.

- En 1990 acarició su primer triunfo en el Tour pero en la contrarreloj del penúltimo día Greg Lemond se lo arrebató. ¿Cree que pudo haber ganado ese Tour con otra estrategia?

- Puedo decir con la experiencia de un año después que hubiera podido ser un Tour diferente. Era la primera vez que tuve el maillot de líder, y no tenía un equipo preparado para eso, era muy difícil. Era mi oportunidad de ver si algún día podía ser ciclista de carrera de un día, o por etapas, o nada... Me pasó muy cerca la victoria de este Tour, pero estaba corriendo con lo que tenía, tuve un poco de mala suerte, inexperiencia, una contrarreloj que en mi época me perjudicaban porque había muchas y muy largas. Sin contrarreloj podría haber ganado un Tour o Giro. Ahora no son tan importantes las cronos. Cada una para mí era como una montaña. No llegaba mal, pero muy lejos del primero, como Miguel Indurain.

- ¿Siente que estuvo más cerca de ganar un Tour o un Giro?

- El Tour más cerca. En el 92 lo hice bien, a pesar de esa etapa que Miguel estuvo fuera, pero tuvo suerte de estar detrás de mí con un compañero que trabajó mucho para él.

- Apenas pudimos disfrutar de Chiappucci en la Vuelta a España.

- No muchas, porque salía siempre en Giro o Tour. Hice una Vuelta cuando estaba joven, en abril, y otra al final de mi carrera, en septiembre como ahora, sin ambiciones. Pero he ganado mucho en España, la Vuelta al País Vasco, la Volta a Catalunya, la Clásica de San Sebastián, la Subida a Urkiola€ Me faltó la Vuelta, pero porque en mi programa tenía Giro y Tour.

- ¿Qué le aportan las marchas cicloturistas?

- Me gusta continuar compitiendo, porque la bici me da mucha pasión, no es solo el trabajo. Me encuentro bien. Ahora descanso más, antes era llegar y ganar. Ahora salgo, puede ser que esté con los primeros, o con los de más atrás. Tengo que disfrutar mucho de estas carreras para encontrarme bien, y relacionarme con la gente, eso lo aprecian mucho y me gusta.

- Fue segundo en un Mundial, cuatro años antes de su retirada con 35 años. Valverde lo acaba de ganar con 38 años. ¿Qué le parece?

- Ahora el deporte gracias a la tecnología ha mejorado mucho. Ahora se puede correr hasta bien entrados los 40, y antes a los 35 ya estabas cansado física y mentalmente. La trayectoria de Valverde ha sido una de las más importantes de la última década, porque ha sido muy regular en todas las competiciones, de un día, al inicio y al final de la temporada, en Giro, Tour y Vuelta. Si hay alguien que podía ganar este Mundial era Valverde.

- ¿Le hubiera gustado correr en esta época?

- La diferencia es que muchas carreras son cortas pero hay muchos puertos. Antes había etapas con muchos puertos en etapas largas, pero menos etapas difíciles como ahora. Puede ser que en esta época también podía haber ganado...

- ¿El ciclismo actual es más previsible y menos emocionante?

- Sí, por supuesto. Yo en televisión algunas veces pasa la hora de carrera y me duermo. No hay la competición de antes, que no sabías qué iba a pasar. Ataques como los míos eran impredecibles. Ahora es todo previsible. La televisión en directo, los coches, los pinganillos, las bicicletas y la tecnología que han mejorado muchísimo y pueden subir todos los puertos. Antes no había 34 dientes delante, sino 39€ Detrás teníamos 25, y ahora 32 y 33. Pero no es todo positivo, algunas cosas han empeorado, todo es previsible y hay menos emoción y menos ataques como el mío de Sestrieres.

- ¿Qué plantearía para recuperar aquella emoción?

- No me gusta el pinganillo, si pudiera decidir los eliminaría.

- ¿El ciclismo ahora está más limpio respecto al dopaje que antes o costará sanar la herida?

- Es difícil, nadie se pensaba que Armstrong, y lo que hemos visto después, durante casi diez años€ Todo es posible, pero no se puede saber. El tema de dopaje pasa donde no se ve y no se sabe.

- ¿Entendió el indulto de la UCI a Chris Froome por el salbutamol en la Vuelta de 2017, lo que le permitió correr el Tour de Francia?

- No me gustó mucho la historia, porque otros ciclistas han pasado por lo mismo y han tenido una sanción, y Froome no. Ahora no comprendo por qué si él puede hacer eso porque tiene dinero, los otros no, pero la ley es igual para todos, y para Froome no ha sido igual.

- ¿Salvando las distancias, Vincenzo Nibali y Fabio Aru pueden ser los actuales Chiappucci y Bugno para el ciclismo italiano?

- Hay un cambio generacional. Ahora el más carismático es Nibali. Aru ha tenido un año muy malo. Vamos a ver si mejora el que viene. Tiene límites. Tuvo un Giro malo, una Vuelta mala, no ha salido al Mundial, no sé por qué, pero 2019 es un año muy importante para él. Nibali ha sido un gran campeón, los años pasan también para él, pero respecto de Valverde está más joven, y creo que puede ganar aún. No estaba a su mejor nivel, pero siempre ha sido muy bueno y muy regular, como Valverde.

- ¿Qué le parece la Marcha Ciudad de Valencia?

- Tengo una marcha cicloturista en Francia, y aquí conozco a Javier Castellar muchos años, sabe organizar muy bien las cosas, cuando me llama estoy contento de estar con él, porque lo hace todo muy profesional.

- ¿Qué sabe de Ricardo Ten, al que se enfrenta este viernes en el duelo (20:30 horas, La Marina)?

- Sé que ha sido nadador paralímpico, con muy notables éxitos, y ahora ciclista, también con medallas en Mundiales. Sé que está más concentrado que yo, porque para él es un duelo importante. Tiene una oportunidad de demostrar cuánto vale, se entrena mucho, está muy preparado, pero sabe que enfrente tiene a un diablo y va a ser muy duro un duelo así, todo puede ser posible. No he hecho ningún duelo así, es la primera vez y está abierto a muchas cosas.

- ¿Le siguen llamando 'el Diablo'?

- Todo el mundo me llama así porque me reconoce desde siempre, y cuando me llaman por mi nombre a veces no me reconozco. Hay muchos Claudio (ríe), pero 'Diablo' solo hay uno.

- ¿Qué opina sobre endurecer las penas a los conductores bebidos o drogados que atropellen a ciclistas como reclaman colectivos abanderados por Alberto Contador, entre otros, ante tantas muertes?

- Es complicado. Creo que no es tanto endurecer penas como enseñar a respetar a todos en la carretera desde las escuelas, en los colegios, y en las autoescuelas al sacarse el carné. De antes cuando entrenaba para competir, a ahora que sigo rodando para disfrutar, sí que he notado que hay muchos más coches en la carretera. Pero lo fundamental es saber respetar.