Pepe Carbonell, campeón del mundo además de bronce en kata por equipos, y cinco veces campeón de Europa en la misma modalidad, debutará este jueves en los Mundiales que esta vez se celebran en casa, en el WiZink de Madrid.

El valenciano, de 27 años, que afrontaba ilusionado este ciclo olímpico tas la inclusión del kárate por vez primera en el programa de los Juegos, se ha visto damnificado al quedarse fuera el kata por equipos unido a la alta exigencia del individual, que reduce los pesos de cinco a tres, a los que solo podrán acceder los diez mejores del ranking mundial.

Damián Quintero, la apuesta del seleccionador para este Mundial, es el mejor situado, pero Carbonell no se rinde y, si no puede ser en Tokio, cree que como a los buenos vinos, su oportunidad le llegará en otro ciclo olímpico, más maduro.

Pepe Carbonell y Fran Salazar repiten respecto a anteriores mundiales, a los que se añade en sustitución de Quintero el también madrileño Sergio Galán. SUPER comprobó las buenas sensaciones de Pepe Carbonell, el gran referente del kárate valenciano, a menos de tres días de saltar al tatami en busca de las medallas y después de dos semanas concentrado en el CAR de Madrid junto al equipo.

"Es mi tercer Mundial. En 2014 en Bremen fue un debut histórico porque fue la primera vez que España se proclamaba campeona del mundo en kata masculino, y luego en 2016 en Linz hicimos medalla de bronce. Este año buscamos el máximo resultado aquí en casa", comenta.

El valenciano ha entrenado desde siempre a las órdenes de su padre José Carbonell, con quien montó hace cuatro años el club deportivo KazokuSport, en el que ejerce también de entrenador de jóvenes talentos, muchos de ellos procedentes de las clases de kárate que desde hace más de tres décadas da su progenitor en el Colegio Salesiano San Antonio Abad de València y que han expandido a otros centros educativos. Alumnos a los que las extraescolares se les quedan cortas.

Esta otra actividad la compagina con la competición internacional con España, y en la Premier League, donde no existe la restricción individual de un solo karateca por país. "En los JJOO no está la modalidad por equipos, solo individuales, y ni siquiera en combate han entrado todos los pesos. Fue una alegría que entrase el kata, aunque fuera el individual, pero no me estresa ni me quita el sueño no poder estar en Tokio 2020".

"Me considero un karateca joven", sigue diciendo, "aunque entré muy pronto en el equipo nacional, y creo que podré aprovechar aún varios ciclos olímpicos. Vamos a disfrutar del momento y pelear por ir a Tokio intentando conseguir mis puntos, aunque no participar en este Mundial, que es lo que da más puntos, va a hacerlo todo más complicado. Sobre todo porque solo diez a nivel mundial estarán en los JJOO. Puede ser que haya o no un español, va a haber muchos países sin representación. La carrera es muy larga y lo pelearemos sin ningún tipo de presión", explica Carbonell, para el que la veteranía es un grado en su disciplina.

"El cuerpo está respondiendo bien, y en el kata prima mucho la madurez, la veteranía y la técnica, y muchas veces es como el buen vino, que necesita reposar y madurar y es cuando empiezan a llegar los resultados, por eso no quiere decir nada que pases de los 30 años", concluye.

Competir en casa es toda una garantía y una satisfacción para el valenciano: "Nuestro seleccionador nos repite que nuestro objetivo en este Mundial es ser la mejor versión de nosotros mismos. Hemos sido campeones de Europa en 2017 y 2018, y vaamos a intentar acabar este ciclo de la mejor manera posible, disfrutando y contagiados de esa fuerza que nos va a dar el público español. Es una satisfacción tremenda competir delante de familia, amigos y público español".

De hecho, entre compañeros, entrenadores y amigos, habrá una treintena de su club animándole en Madrid.

En lo personal, Carbonell califica el año como "muy bueno" por equipos. "Holanda fue el único evento que no nos colgamos medalla. En dos años, casi siempre nos hemos colgado el oro, con alguna plata y algún bronce. La regularidad es lo más complicado de lograr y nosotros con nuestro trabajo hemos conseguido mantenerla".