Un ciudadano de Estados Unidos de vacaciones en Suiza no olvidará jamás su primera experiencia en parapente. Se lanzó junto a un monitor pero este olvidó ponerle el arnés pero cuando se dieron cuenta ya habían cogido altura por lo que tuvo que volar dos minutos y 14 segundos agarrado con las manos al parapente para no caer al suelo después de haber volado a alturas superiores a los 1.200 metros.

Gurksy, que así se llama el protagonista de esta historia, relata que trató de agarrarse con toda su fuerza al parapente y que por suerte para él, cuando no podía más ya estaban muy cerca del suelo: "Con el impacto de la caída mi muñeca derecha sufrió una fractura distal fragmentada del radio, que requirió cirugía. Me instalaron una placa de titanio y siete tornillos, y me dieron de alta la tarde siguiente".

Pese a lo angustiosa de la situación, Gurksy no pierde el humor y en el vído que colgó en Youtube puso "Atención: este contenido puede ser molesto para algunos, incluida mi esposa". Por último, cuenta que se produjo un desgarro en el bíceps por sostenerse durante tanto tiempo y haciendo tanta fuerza, "per oes mejor que la alaternativa de caer".