Dos corredores del ADN Trail Navajas progatonizaron el jueves, 6 de diciembre un bonito gesto de solidaridad. Dicen los aficionados al trail running que en la montaña hay un código de honor tácito cuya regla fundamental es que nunca hay que dejar solo a un corredor que se encuentre en apuros. Eso precisamente hicieron Eduardo Bravo y Albina Daviu en el Trail Pavías-Higueras, una exigente carrera de montaña con importantes desniveles y zonas técnicas. En el kilómetro 9 (de los 14,5 de que constaba la prueba), Eduardo y Albina se encontraban a una corredora accidentada y no dudaron en pararse, olvidarse del cronómetro y de sus propios objetivos y rescatarla: "pasábamos por el barranco que está ya cerca del acueducto de Higueras. El terreno estaba muy mal, había que ir con mucho cuidado. De repente vimos en el suelo a dos chicas, una estaba llorando, se había caído y tenía la pierna muy mal, no podía moverse", narra Eduardo, un habitual en las carreras de montaña de la zona. Pese a que el terreno era complicado, los dos corredores del ADN Trail decidieron rescatar a la corredora accidentada: "Entre mi compañera Albina, la otra chica que se había parado también, y varios componentes de una colla de dolçaina y tabalets que estaban animando la carrera en un punto cercano, la logramos subir y sacar del barranco. Yo me la cargué a la espalda a caballito. Una vez ya arriba, nos fuimos alternando entre Albina y yo para llevarla a cuestas hasta el punto de avituallamiento de Higueras, donde ya fue atendida por una ambulancia".

Pese a la dificultad del rescate y el traslado, Eduardo y Albina, optaron por cargar con la corredora a la que ni siquiera conocían y llevarla ellos mismos en busca de atención médica: "Era lo más rápido. Otra opción era llegar hasta el puesto de avituallamiento, dar el aviso y que fueran a buscarla, pero hubiera sido todo mucho más lento. En la situación en la que estaba lo prioritario era que no se enfriase y llegar cuanto antes a la ambulancia.En las carreras de asfalto la asistencia es más fácil, pero en la montaña todo se complica".

Eduardo no dudó en atender a la corredora herida ya que él mismo tuvo que pasar por una situación similar hace dos años: "En 2016 yo también me caí en una carrera de montaña y me rompí el peroné, tuve que esperar a que llegasen dos miembros de Protección Civil para sacarme de allí y sé lo que se sufre cuando estás esperando que te rescaten". El corredor de Navajas y su compañera de club Albina, se convirtieron en los héroes de la carrera: "No considero que hiciésemos nada especial. Las carreras de montaña son así. Hay más solidaridad, es normal ayudarse. Cuando pasas a un corredor le preguntas si necesita algo, si va bien... El mundo del trail running es especial por ello. En la montaña todos somos compañeros, no rivales, todos podemos necesitar ayuda en un momento dado. La chica nos decía que la dejásemos, que le sabía mal por nosotros. Yo le dije que no se preocupase, la carrera era lo de menos en ese momento. Perdimos mucho tiempo pero no pasa nada". Ya en meta, la rescatada esperaba a sus rescatadores para darles las gracias: "cuando llegamos a meta nos recibió ya en silla de ruedas y nos volvió a dar las gracias".