El debate sobre si es posible compaginar deporte de élite y maternidad vuelve a reavivarse tras conocerse el caso de Allyson Felix. La atleta olímpica más laureada de la historia junto a Marlene Ottey con un total de 9 medallas sorprendía confesando en un artículo en ESPN que había sido madre en el mes de noviembre. Lo sorprendente del caso es que Felix ocultó su embarazo a todo el mundo, inclido su entorno más cercano. En ESPN afirma Felix que no se atrevió a confesar su estado para no defraudar a nadie: “¿Por qué estaba tratando de hacer todo esto sin que nadie se diera cuenta?”. “Esa imagen de niña bonita que tenía se volvió más importante que lo que realmente era. Estaba poniendo las necesidades y expectativas de otras personas de mi frente a las mías. Sentía que al tener un hijo era como si estuviera arriesgando mi carrera y decepcionando a todos los que esperaban que siempre pusiera a correr primero”, cuenta Felix.

La atleta estadounidense, de 33 años, que se había casado también en secreto, le comunicó finalmente a su agente que además es su hermao y a su entrenador, que había sido madre. Ambos se sintieron aliviados, según narra la propia Felix porque pensaban que estaba lesionada.

Camryn, que así se llama la hija de Felix, nació de forma prematura a los 8 meses el pasado 28 de noviembre y ha permanecido en la UCI. Por ello, la atleta olímpica, que tiene en su haber 16 medallas en Mundiales, no ha hecho pública su maternidad hasta ahora. Allyson Felix tratará de recuperar su mejor versión para los Juegos de Tokio, aunque afirma, ahora sus prioridades han cambiado: “Si vuelvo y no soy la misma, o si no puedo formar parte del equipo de Tokio, diré que fui a por ello con determinación y lo di todo. Ya no corro presionada por hacer lo que todos esperan de mí”. Cada vez hay más casos de deportistas de elite que continúan compitiendo al máximo nivel después de ser madre. En el deporte valenciano destaca el reciente caso de la jugadora de voley-playa Liliana Fernández.