El piloto español de motos Joan Barreda (Honda) abandonó este miércoles el rally Dakar en la tercera etapa, que discurre entre las ciudades peruanas de San Juan de Marcona y Arequipa.

Barreda fue evacuado en helicóptero en el kilómetro 143 del tramo cronometrado del día tras quedarse detenido en ese punto cerca de una hora tras haberse desviado del rumbo correcto.

Barreda había comenzado la tercera etapa del Dakar como líder de la clasificación general del rally, con un minuto y 31 segundos de ventaja sobre el vigente campeón, el austríaco Matthias Walkner (KTM).

Para el piloto de Torreblanca (Castellón) esta es la cuarta vez que abandona el rally Dakar en sus nueve participaciones desde 2011.

En las dos jornadas anteriores, Barreda había ganado la etapa prólogo y había terminado en tercer lugar en la segunda, lo que le daba confianza para afrontar la de este miércoles, la más larga de la primera semana del raid.

El piloto español era la principal carta del equipo Honda para romper la hegemonía que tiene en el rally la marca austríaca KTM, cuyas motos han ganado las diecisiete últimas ediciones de la carrera. Sin Barreda en concurso, la marca japonesa deberá centrar sus esfuerzos en el piloto argentino Kevin Benavides, quien en el último Dakar terminó en segunda posición.

Carlos Sainz se queda casi sin opciones de ganar

El piloto español Carlos Sainz (Mini) perdió este miércoles muchas opciones de repetir el triunfo en el rally Dakar al quedarse su coche detenido por una avería durante la tercera etapa, entre San Juan de Marcona y Arequipa, en Perú, la más larga de la primera semana de la carrera.

Sainz lleva ya más de una hora bloqueado en el kilómetro 38 del tramo cronometrado del día, de 331 kilómetros, y hasta el momento no ha podido moverse de ese punto por tener roto un brazo de la suspensión de la rueda izquierda de su auto.

El madrileño cede así mucho terreno sobre sus competidores más directos, especialmente con los franceses Stéphane Peterhansel y Cyril Despres, compañeros suyos de equipo en Mini, el también francés Sébastien Loeb y el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota).

De conseguir reparar los desperfectos y reanudar el camino, Sainz, que tiene como copiloto a Lucas Cruz, tendrá muy complicado recuperar el tiempo perdido y alzarse con la victoria del rally, especialmente debido a la corta duración de esta edición de la carrera.

Al comenzar la etapa, cuyo recorrido es de 798 kilómetros, de ellos 331 cronometrados, Sainz se encontraba en la sexta posición de la clasificación general, a poco más de dos minutos de De Villiers, que encabezaba la categoría.

Sainz había terminado segundo la etapa prólogo, solo por detrás de Al-Attiyah, y en la segunda jornada fue octavo y cedió algo de terreno debido a dos pinchazos que sufrió en el recorrido, lo que les obligó a terminar con una rueda pinchada y el compresor sin funcionar correctamente.

El español suma doce particiones en el Dakar, el rally más duro del mundo, de las que ha ganado dos (2010 y 2018), y este año buscaba su tercer título con tres coches distintos, al haber triunfado anteriormente con Volkswagen y Peugeot.