El patinador español Javier Fernández, reciente campeón de Europa en Minsk (Bielorrusia) se despidió de la alta competición entre amigos en la pista de hielo del Palacio de Hielo de Madrid y aseguró que "la realidad supera lo que sueñas".

"Hago un llamamiento a quienes tengan un sueño, sean mayores o pequeños. Os animo a perseguir vuestros sueños, por imposible que parezca los sueños se cumplen e incluso la realidad supera lo soñado, como a mí me ha ocurrido", declaró.

El acto se desarrolló en un escenario montado sobre la pista de hielo más grande de España a la que Javier Fernández llegó vestido de traje pero con los patines puestos porque, como él mismo dijo, deja la competición pero no el patinaje porque quiere "seguir patinando, enseñando a niños...". "No voy a dejar de hacer lo que siempre me ha gustado hacer", señaló.

"Tenemos mucho futuro por delante. Las exhibiciones de 'Revolution on Ice', campamentos de verano, seminarios; no solo en España, sino en todo el mundo. En el futuro me gustaría ser entrenador y tener una escuela", declaró.

Javier Fernández comenzó su discurso recordando sus inicios que le han llevado hasta acumular un palmarés de siete campeonatos de Europa, dos campeonatos del mundo y un bronce olímpico, y quiso agradecer, visiblemente emocionado, a todos los que le han acompañado estos años.

"Tan importante son esos campeonatos como el calor de los aficionados, el cariño con el que me habéis tratado los medios de comunicación y el apoyo de los patrocinios", aseguró.

"Y sobre todo a mi familia. Nunca os podé agradecer lo suficiente y todo lo que habéis hecho por mí. Debió de ser muy difícil dejar a un niño de 17 años sin apenas hablar inglés que viajara por el mundo. Me fui con 17 años a vivir a Estados Unidos", continuó.

Javier Fernández quiso dar las gracias también a su entrenador: "Bryan Olsen es mi segundo padre. Tuvo que sufrir con la personalidad de un adolescente español que no tenía la disciplina que tengo ahora. Cómo voy a echarle de menos, y ese abrazo que te dan los entrenadores antes de salir a competir", admitió.

Javier Fernández tuvo tiempo también para hacer una broma a pesar de la emoción que vivió durante todo el acto: "Soy quien soy. Quiero pedir también disculpas a las personas que han sufrido mis despistes. Recuerdo una vez que llegué a un campeonato y se me olvidaron los patines", bromeó.

"Me dejo para el final a mi novia Marina que ha sufrido mis ausencias y ha sido la inspiración de mis últimos éxitos", concluyó Javier Fernández.