La selección española femenina de balonmano tratará de sellar este jueves (21:45 horas, Teledeporte) ante Islandia en Reikiavik el billete para el Mundial de Japón 2019, en un encuentro en el que las de Carlos Viver intentarán hacer valer la renta de nueve goles (35-26) que lograron en el partido de ida.

Para ello, el conjunto español deberá mostrar la regularidad de la que careció el pasado viernes en Antequera, en un choque en el que si las "Guerreras" desarbolaron por completo a su rival en la primera mitad, en la segunda se vieron superadas por las islandesas.

Toda una advertencia para la selección, a la que no le bastará, tal y como ocurrió en el encuentro de ida, con realizar treinta excelentes minutos, si no quiere complicarse la clasificación mundialista.

La duda estará en saber cuál de las dos caras que mostró España en el Fernando Argüelles presentará el jueves en la capital islandesa.

Si las "Guerreras" recuerdan al intenso y solidario equipo que cerró a Islandia todos los caminos al gol en la primera mitad, como atestiguan los tan sólo siete tantos (21-7) que concedió al descanso, el conjunto español no tendrá ninguna dificultad para sellar el pasaporte a Japón.

Pero España no sólo brilló en defensa en unos primeros treinta minutos que Viver no dudó en señalar de los "mejores" desde su llegada al equipo nacional, ya que el conjunto español dotó a su ataque de la claridad y fluidez necesaria para superar la defensa abierta del conjunto islandés.

En esas labores ofensivas y defensivas jugó un papel fundamental la pivote María Núñez, que no sólo contribuyó con seis tantos al triunfo español, sino que además conformó junto con Eli Cesáreo un granítico eje central en la defensa 6-0 del equipo español.

La pétrea defensa poco a poco fue perdiendo consistencia en la segunda mitad, lo que permitió a Islandia encontrar los espacios que no había disfrutado en todo el primer parcial, una lección que España tendrá que tener muy en cuenta en el choque de vuelta.

Si algo deberá preocupar al conjunto español, son las dificultades que mostró en el segundo período para superar la defensa 5-1 de Islandia.

Incapaz de conectar con los pivotes, España fue enredándose cada vez más y más en ataque, lo que propició numerosas pérdidas de balón, que sirvieron para alimentar el veloz juego de contraataque del conjunto nórdico.

Errores ofensivos en los que las de Carlos Viver no deberán volver a caer si no quieren verse arrastradas a un trepidante intercambio de golpes que podría poner en peligro la jugosa renta con la que España afrontará el partido de vuelta.

Un duelo en el que volverán a ser decisivas la portera valenciana Silvia Navarro y la lateral Nerea Pena, autor de doce dianas en la ida, que deberán dotar al juego del equipo español la madurez y experiencia necesaria para superar los momentos complicados de un choque, en el que España no puede fallar.