Tras una temporada complicada para el balonmano femenino valenciano con el descenso de tres de los cuatro equipos que jugaban en la división de Honor, Silvia Navarro es la cara positiva de la temporada, ya que la valenciana fue galardonada el pasado lunes con el premio a mejor jugadora de la Liga Guerreras Iberdrola.

Un reconocimiento que le llega por primera vez y además a sus 40 años. «Ha sido una sorpresa totalmente, no me lo esperaba, señaló en declaraciones a SUPER. A su edad demuestra que sigue en plena forma y está deseando prolongar más aun su carrera. « La ilusión no se me va. Estoy medio de vacaciones, liada con el campus y ya estoy deseando que comience la pretemporada a finales de julio».

Respecto a cual es su secreto para seguir brillando con 40 años, destaca que «hay que mantenerse un poquito. También hay factores internos y externos, como mi entrenador, que son claves . No dejo nunca de practicar deporte. Mi entrenador me controla las cargas que puedo tener, el trabajo físico y la alimentación».

A pesar de ser un premio individual, Navarro quiere destacar que el mérito es colectivo: «No es un MVP de Silvia Navarro sino del equipo, de todo el club, mis compañeras, los aficionados que han venido a cada partido».

El premio otorgado por la afición, tras una primera selección de los entrenadores, aporta el broche de oro a una temporada en la que el Gran Canaria ha logrado hacer doblete con la liga y el Challenge Cup.

Sobre la posibilidad de competir en unos nuevos JJOO en Tokio 2020 -logró el bronce en Londres 2012-, destaca Navarro que «no me marco objetivos. Tengo que ser realista, tengo 40 años y no sé cómo voy a responder en cuatro meses. No lo sé. Hasta ahora me respeta todo, las ganas, el cuerpo, las lesiones....» De momento está centrada en la pretemporada y llegar con el máximo nivel para ayudar a su equipo, el Gran Canaria: «Eso es lo principal y lo que tengo en mente».

Pero si hay algo que quita la sonrisa a la meta valenciana es el mal momento por el que pasan los clubes de balonmano femenino valencianos. «Me ha dado mucha rabia y pena, no sé cómo se ha permitido que equipos que han sido estandarte toda la vida en Valencia, los mejores de España y de Europa, descendiesen sin que nadie hiciese nada. Espero que el próximo año tengan suerte y puedan volver a la máxima competición».

Todo ello dificulta que pueda cumplir su sueño de volver a jugar en València, aunque no lo descarta: «Añoro poder jugar en la Comunitat Valenciana. Echo de menos mi tierra. Pero por circunstancias de la vida tuve que irme, dejar la experiencia internacional. Me vine al Gran Canaria y no me arrepiento en ningún momento».