Javi Rico Dasí, valenciano de 21 años, elevó su listón en el World Padel Tour al jugar la final del Cervezas Victoria Mijas Open 2019 junto a su compañero, el madrileño Jorge 'Coki' Nieto, de 20 años. Perdieron ante Pablo Lima y Ale Galán, pero se llevaron la ovación del público, 12.000 euros de premio, y un salto en el ranking que les permitirá evitar las previas durante un año. Cayeron ante los ganadores del torneo de València, disputado hace unos meses en La Fonteta.

¿Cómo le ha cambiado la vida ser la pareja finalista más joven en la historia del World Padel Tour?

Entre los dos sumábamos 41 años, y mi compañero es cuatro meses más joven, así que éramos la pareja y los jugadores más jóvenes. Ha sido increíble, y te voy a dar un dato. En Instagram tenía 3.200 seguidores y ahora mismo voy por 5.400. Increíble. Pero ha sido una semana bastante dura, física y mentalmente, porque ha habido muchos mensajes de apoyo y muchos ánimos. Es superbonito, pero es al final cansado y estoy superagradecido a todo el mundo.

¿Ha sido su mejor racha?

En cuadro principal, sí. Tuvimos otra racha en un Challenger, que desde previa hicimos semifinales, pero son torneos de menor categoría en los que no están las ocho mejores parejas del circuito. Pero en cuadro principal, sí, la más larga, y encima veníamos con una racha muy mala de perder cuatro torneos en primera ronda, así que ha sido totalmente inesperado.

¿Siempre ha jugado con el mismo compañero?

A 'Coki' le conozco de hace seis o siete años, y llevamos jugando dos años y medio. Hicimos semifinales en Challenger, y esto ha sido lo máximo en Open y Master, que era octavos de final. Así que los cuartos, la semi y la final es todo nuevo por primera vez. No llegábamos con ese objetivo ni mucho menos sino en sacar la primera ronda sabiendo que lo normal era irnos a casa contra una pareja que venía de ganar a los números uno en unos cuartos.

Pero no perdieron ningún set hasta la final.

Efectivamente, ganamos el primer partido 6-2, 7-5. Los octavos a la pareja número 5 del mundo, dos jugadores y personas increíbles, 7-6, 7-6. En cuartos ganamos 6-4 y 6-2, y en esos dos partidos íbamos en el primer set para ponerse 5-1 los otros y remontamos, y luego las semis las ganamos 6-4, 6-3, pero la final ya no pudo ser.

¿Qué le ha emocionado más en la última semana?

Lo que más me ha gustado es la gente que me ha dicho que se ha llegado a emocionar e incluso a llorar con nuestro resultado. Eso, más que cualquier victoria, es increíble. Y a nivel de puntos supone una cantidad muy alta. A nosotros nos supone mantenernos en cuadro principal durante un año entero sin tener que jugar previas.

Además del salto que ha dado en el ranking, del número 38 al 28. ¿Recuerda cómo fueron sus inicios?

Empecé junto a mi hermano José Rico Dasí (número 53), juntos desde los 6 años. Mi padre es un auténtico apasionado de este deporte, empezamos en el club Dos a Dos haciendo pádel con Bernardo Bonet, nunca tenis. Mi hermano competía desde menores, y yo en una categoría mayor porque no había prebenjamín. Jugaba porque me gustaba competir, pero sin decir que me iba a dedicar a esto. Las cosas han salido siempre bien, y llegó un poco solo. Jugaba porque me encantaba competir y me lo pasaba muy bien.

¿Cuándo empezó a creer que se podía dedicar cien por cien al pádel?

Cuando acabamos las categorías de menores. No había ninguna carrera de estudio que me llamara, y decidí probar, tras varios campeonatos de España, subcampeonatos, y un mundial de menores. Y en dos años hemos pasado de las preprevias a estar en cuadro principal. Es increíble. El objetivo es seguir escalando. Cuando empezábamos se pensaba que no era un deporte para dedicarse a ello, salvo dando clase. Pero ahora si estás entre las 15 o 20 primeras parejas del mundo puedes vivir de ello.

¿Cuánto se ha llevado por la final?

Es un torneo categoría Open. El premio en Mijas por ser finalista es 6.000 euros cada uno, 12.000 la pareja. Es una buena dotación económica. Si lo comparas con otros deportes más elevados no tiene nada que ver, pero tampoco tiene nada que ver con otros más minoritarios.

¿Por qué hay tan pocos valencianos que brillen entre los españoles?

Hace unos años había menos. Ahora en el cuadro principal estamos mi hermano y yo, y Matías Nicoletti, un argentino que vive aquí, y de la Comunitat Valenciana Solbes y Fuster, y dos jóvenes, Edu Alonso y Álex Arroyo, que van a dar que hablar junto a otros. Cada vez hay más.

Tiene de entrenador a otro valenciano, Jorge Bellmont.

Lo conocía de hace tiempo, en la Universidad de Valencia me matriculé en Ciencias de Educación Física y del Deporte, y quedamos un día para el campeonato universitario, me entrenó un par de veces, y conectamos en el momento como padre e hijo. Hace un año le dije que si quería empezar a viajar con nosotros en las previas, aceptó, seguimos, y entrenó con él. Cuando estoy en Madrid lo hago también en M3 con Mariano Amat y Jorge Martínez. Mi compañero entrena por otro lado.

¿Lo suyo ha sido siempre el drive?

Desde siempre. El zurdo está muy limitado, porque solo puede jugar en la derecha poque está muy estipulado, y 'Coki' siempre ha jugado al revés.

¿Cuánto tiempo le dedica al pádel a lo largo de la semana?

Por físico entrenaba tres días a la semana, porque luego los fines de semana casi siempre competimos. Y además del circuito nacional está el de la C. Valenciana. Ahora entreno pista tres o cuatro días, cuando no estoy de descanso, y físico otros tres días. Pero tuvimos tres semanas de parón, veníamos de jugar cinco, y ahora en dos meses tenemos ocho semanas seguidas viajando en las que se puede entrenar muy poco.

Primero el Masters de Madrid y luego el de Londres. ¿Qué objetivo se plantea en Madrid?

Ganar en primera ronda, los octavos de final. Año pasado hicimos octavos en Andorra Open, creo, y en Mijas perdimos la primera ronda de la previa. Así que el objetivo es ganar primera ronda.

¿En Alicante y en València cómo le fue?

En Alicante muy bien, octavos y perdimos en tres sets con la pareja número dos del mundo. Y València mal, perdimos en segunda ronda, no estuve a la altura y puede ser que me pasara factura la presión. En Mijas me quité la presión porque en el torneo de València me hizo mucho daño no estar a la altura.

¿Su ídolo en este deporte...?

Sinceramente no he tenido. Me encantaba verlos jugar a todos. Pero cuando he podido entrenar con ellos, me ha marcado Mati Díaz y Juan Mieres. Al margen de Bela, que ha demostrado que es el mejor de la historia, 15 años de número uno. Pero es lo que te digo, no me fijaba en un. En todos y ya está, no tenía un referente único.

¿Qué les diría a los jóvenes que empiezan y sueñan con el WPT?

Les diría que disfruten de este deporte que es muy bonito, que entrenen y se lo pasen bien, que no tengan presión, a los padres que no les presionen, y si tienen que llegar y quieren llegar, que entrenen muy duro pero que no se frustren con los resultados, es algo que pasa, y que sigan luchando y trabajando.

Las licencias del pádel no dejan de crecer en España, y de acercarse a las del tenis (72.266 frente a 78.100 en 2018, según el CSD). ¿A qué cree que se debe este incremento?

A que es un deporte que engancha porque es muy fácil de practicar. Es entrar en una pista y no es como en el tenis, que estás muy lejos del rival, no hay paredes, y que si no juegas a un nivel muy alto estás recogiendo bolas todo el rato; aquí puede dar dos botes la bola porque vuelve, es más cercano y fácil de jugar, y más exigente, aunque con un esfuerzo distinto al tenis, más explosivo todo y más corto. Aunque a mí me encanta también seguir el tenis y sus marcadores, lo sigo muchísimo. Llegué incluso a jugar contra Juan Carlos Ferrero, y juega muy bien. Me ganó hace unos años en Montemar, en tres sets, luego yo alguna vez le he ganado, aunque ahora está más desaparecido. Y recuerdo a David Ferrer jugando con mi hermano hará unos siete años.

El tenis se ha visto salpicado por varios casos de amaños debido a las apuestas. ¿Está el pádel a salvo?

Estamos al margen de esto, aunque ya hay alguna página de apuestas que está incluyendo partidos de pádel. Eso sí, estamos a un nivel muchísimo más bajo, y además, la apuesta máxima es de 600 euros.