Óscar Cabedo lamenta ser el único ciclista de la Comunitat Valenciana en su segunda participación en La Vuelta a España, a la que llega sin presión, pero con la ilusión de meterse en alguna escapada buena para intentar pelear por alguna etapa y superar así la experiencia del año pasado, en la que acabó séptimo en una. Sería el mejor colofón a un año difícil para el de Onda, marcado por una grave lesión en el fémur

¿Cuáles son sus sensaciones a pocos días del inicio de La Vuelta?

—Muy buenas. Es un objetivo que llevo preparando muchos meses, venimos de correr la Vuelta a Burgos y creo que me ha dejado un buen golpe de pedal. Creo que estoy en mi mejor momento de forma de la temporada, a ver si le saco provecho».

—Es su segundo año consecutivo, ¿le ayudará en algo la experiencia del año pasado?

—Seguro que sí. El año pasado iba con la incertidumbre de no saber qué me iba a encontrar y al final cogí mucha experiencia. Este año ya voy con las cosas claras y con ganas de poner en práctica todo lo aprendido el año pasado.

—¿Cambian los objetivos o son similares?

—No. La táctica es idéntica a la del año pasado. He de cazar el máximo número de fugas para representar al equipo en ellas.

—Así logró el año pasado una meritoria séptima plaza en la cuarta etapa. ¿Aspira a ganar este año alguna?

—Ojalá, el objetivo de entrar en estas fugas es que algún día me llegue la oportunidad de ganar una etapa. El año pasado tuve la suerte de que el día que yo representaba al equipo en la fuga pudo llegar a buen puerto y conseguí entrar en el top10. Mi objetivo es repetir algo así e intentar mejorar esa séptima posición.

—¿Le viene bien que haya tantas etapas en la Comunitat Valenciana por el hecho de conocer mejor los recorridos?

—Está bien para mí, sí, aunque hay un poco de todo, con etapas más duras, etapas más llanas, unos cuantos finales en alto... La Comunitat Valenciana está muy bien representada en cuanto a etapas en la Vuelta a España y espero rendir bien en ellas. El resto del recorrido es parecido al del año pasado.

—Donde no hay tanta representación valenciana es en el pelotón, hasta el punto de que sólo está usted entre los ciclistas valencianos. ¿Cómo valora este hecho y la ausencia de Rafa Valls, Manuel Peñalver y Antonio Molina entre otros?

—La verdad es que no me hace mucha gracia ser el único valenciano en La Vuelta con el nivel de corredores que hay y más en un año en el que tenemos tantas etapas en la Comunitat Valenciana. Me gustaría que hubiera 4 ó 5 como en otras regiones. Es también un poco más de responsabilidad para mí, pero seguro que recibo el calor de la gente en estas primeras etapas y me ayuda a rendir mejor.

—¿A quién ve favorito para ganar la general?

—Te diría que Primoz Roglic, pero es muy difícil de prever porque vienen muchos ‘capos’ y después de la primera semana ya hay alguno que ha levantado el pie o no tiene buenas sensaciones y se quedan pocos en la pelea. Roglic ha preparado bien La Vuelta al no haber corrido el Tour de Francia y tiene muy buen equipo. Luego está Valverde que siempre está y nunca falla, estará cerca con victorias de etapa y en el top5 de la general, pero no creo que venga para ganar.

—¿Ha olvidado ya del todo la grave lesión que tuvo hace meses?

—Sí, tuve la mala pata de romperme el fémur justo una semana antes de iniciar la temporada. Llegó en el peor momento posible y en una zona complicada para un ciclista, que requiere mucho tiempo de recuperación. No ha sido mi mejor año, lo que he pasado no se lo deseo a nadie, pero ya estoy bien.

—¿Despide su temporada con La Vuelta o le queda alguna otra carrera antes de final de año?

—Este año pongo fin a la temporada con La Vuelta. El año pasado tenía después el Tour de Turquía, pero este año lo han movido en el calendario y era en abril. Después de La Vuelta, vacaciones.

—¿Cómo lleva trabajar a las órdenes de su hermano José?

—Con normalidad, llevamos un par de años juntos y es lo más normal del mundo.