La derrota de España ante Rumanía (24-7) en la tercera jornada del Europeo tuvo un tenso tercer tiempo el sábado por la noche en un club nocturno en Botosani, donde según el diario local rumano Monitorul, varios internacionales de los dos equipos llegaron a las manos.

Al parecer, el capitán rumano Macovei inició la trifulca al meterse con Titi, de origen camerunés, y la seguridad del local se vio obligada a disolver la pelea entre los jugadores con gas pimienta para evitar que fuera a más. Ninguna de las partes ha denunciado a la otra y nadie acabó en el hospital.

Sin embargo, en este caso llueve sobre mojado tras la elección por parte de Rumanía para este encuentro de un campo de reducidas dimensiones y en un estado muy mejorable, y además tras un largo viaje de la selección.

Pero sobre todo después de lo ocurrido exactamente hace un año, cuando el árbitro rumano Vlad Iordachescu influyó en la polémica derrota en el Bélgica-España, que daba la clasificación para el Mundial a Rumanía, aunque luego World Rugby dejó a las tres selecciones sin Mundial por la no elegibilidad de algunos jugadores.