Los Juegos de Tokio vuelven a ser noticia y esta vez por un nuevo escándalo que afecta al movimiento olímpico. Según revela la agencia de noticias Reuters, la candidatura de Tokio pudo usar artimañas no legales para ganarse el favor de varios miembros del COI, el Comité Olímpico. Según Reugers, el empresario japonnés Hauyuki Takahashi, vinculado a la empresa japoesa de publicidadd Dentsu Inc., pudo haber recibido más de 8 millones de dólares para usarlos en presuntos chantajes a distintos miembros del COI para ganarse su favor y su voto en la designación de la sede de los Juegos de 2020, recientemente aplazados al verano de 2021.

No es la primera vez que las sospechas de juego sucio se ciernen sobre el COI y los procesos de designación de sedes olímpicas. Hace unos años el exgobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral confesó haber usado más de 2 millones para sobornar a nueve miembros del COI y lograr la designación de Río de Janeiro como sede de los Juegos de 2016. No es tampoco la primera vez que acusaciones sobre un posible soborno señalan a la candidatura de Tokio como ya revelaba el periódico The Guardian en 2016.