El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo este martes un llamamiento a afrontar el impacto socio-económico de la pandemia del coronavirus con una "respuesta multilateral a gran escala" que represente al menos el 10% del PIB mundial, un plan de solidaridad que salve vidas, dé acceso universal a las vacunas, inyecte liquidez en el sistema y frene la hemorragia del desempleo, en una crisis que comparó a la de la Segunda Guerra Mundial.

En una comparecencia telemática desde la sede central de Naciones Unidas, Guterres presentó su informe 'Responsabilidad compartida, solidaridad global: respondiendo al impacto socio-económico del COVID-19', que aglutina todos los pronósticos y evaluaciones que los organismos de Naciones Unidas e internacionales han realizado en los últimos días sobre la actual crisis del coronavirus.

Tal como apuntó en la reunión del G20, Guterres ha transmitido la necesidad de lanzar un "fondo fiduciario" de 2.000 millones de dólares, la mitad de los cuales deberían estar disponibles para los próximos nueve meses y que, en todo caso, tendrá que ser revisado con la evolución de la pandemia.

El líder de la ONU recordó la magnitud de la pandemia, que afecta en estos momentos a más de 800.000 personas en el mundo y que se ha cobrado la vida de más de 39.000, una enfermedad "que se está extendiendo de forma exponencial por el mundo" y que ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a reevaluar el crecimiento económico "declarando que hemos entrado en una recesión igual o peor que la de 2009".

Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima una horquilla de empleos perdidos de entre 5 y 25 millones y un impacto en el bolsillo de los trabajadores que oscilará entre 860.000 millones de dólares y los 3,4 billones.

Un terreno que preocupa mucho en Naciones Unidas es el educativo, pues la Unesco calcula que el virus ha dejado sin escolarizar y fuera de la universidad a 1.500 millones de estudiantes en 166 países, lo que representa el 87% del mundo estudiantil y, además, casi 60,2 millones de docentes ya no están en las aulas.

Así las cosas, Guterres ha querido este martes salir al paso y hacer un llamamiento internacional para movilizar al menos el 10% del PIB mundial porque "estamos ante una crisis de salud global como ninguna en los 75 años de historia de las Naciones Unidas", un virus que "está matando gente, propagando el sufrimiento humano y cambiando la vida de las personas".

"Pero esto es mucho más que una crisis de salud", subrayó Guterres, que cree que lo primero es dar una respuesta coordinada "inmediata" para suprimir los contagios y poner fin a la pandemia, una respuesta que "brinde acceso universal al tratamiento y las vacunas cuando todo ello esté listo".

Ayudas a los países menos desarrollados

En este sentido, para el jefe de la ONU es "esencial que los países desarrollados ayuden de inmediato a los menos desarrollados a reforzar sus sistemas de salud y su capacidad de respuesta para detener la transmisión" porque, "de lo contrario, nos enfrentaremos a la pesadilla de la enfermedad que se propaga como un incendio forestal en el sur global con millones de muertes y la posibilidad de que la enfermedad reaparezca donde se suprimió anteriormente".

Para abordar así las "devastadoras dimensiones sociales y económicas", Guterres insistió en que lo que "se necesita es una respuesta multilateral a gran escala, coordinada e integral que represente al menos el 10% del PIB mundial", pues "los países desarrollados pueden hacerlo por sí mismos" pero los otros, no.

"Debemos incrementar enormemente los recursos de los que disponemos para los países en desarrollo expandiendo la capacidad del FMI, específicamente con la emisión de nuevos derechos especiales de giro, y de otras instituciones financieras internacionales para rápidamente inyectar recursos en los países que lo necesitan", subrayó.

Guterres, que hace días pidió un alto el fuego en todos los conflictos internacionales, también remarcó de nuevo hoy en lo importante que sería el "alivio de la deuda" en muchos países, "incluidas las exenciones inmediatas sobre los pagos de intereses para 2020".

"La recuperación de la crisis del COVID-19 debe conducir a una economía diferente. Todo lo que hacemos durante y después de esta crisis debe enfocarse en construir economías y sociedades más equitativas, inclusivas y sostenibles que sean resistentes a las pandemias, el cambio climático y los otros muchos desafíos globales que enfrentamos. Lo que el mundo necesita ahora es solidaridad. Con solidaridad podemos vencer al virus y construir un mundo mejor", concluyó.