Seguir entrenando en tiempos de confinamiento es uno de los grandes retos a los que se enfrentan a diario tanto deportistas profesionales como amateurs. En este último grupo está Valentín Baeza, un veterano corredor popular y ciclista a quien ni el estado de alarma, ni la imposibilidad de hacer deporte al aire libre le impiden seguir haciendo lo que más le gusta: correr y montar en bici. Para ello ha tenido que echar mano del ingenio y sobre todo, de una fuerza de voluntad que nadie le puede discutir. Desde que empezó en confinamiento, cada día, recorre al trote el pasillo de su casa del barrio de Benicalap de València hasta completar 10 kilómetros. Tras la sesión de running, se sube a su bicicleta de spinning para pedalear entre 30 y 45 minutos. "El deporte es la mejor opción para sobrellevar estos días de confinamiento. Yo soy de los que necesita moverse"

Valentín empezó tímidamente y ahora completa sesiones de hasta 1 hora y 5 minutos corriendo pasillo arriba, pasillo abajo a un ritmo entre 6:30 y 6:40 minutos el kilómetro: "el primer día empecé andando pero enseguida me puse a trotar un poco y ese día hice 3 kms, al siguiente ya llegué a 5 y al tercero me di cuenta de que con paciencia y mentalizándome podía hacer perfectamente 10 kilómetros", explica Valentín, que el próximo mes de julio cumplirá 63 años.

Para el veterano deportista, lo más duro, aparte de la monotonía de correr en un pasillo de 25 metros "afortunadamente mi casa es grande y tengo un pasillo largo"-- apunta, es tener que dar tantas veces la vuelta: "los giros son lo peor, hay que hacer muchos y eso castiga los tobillos y las rodiillas. Aún así, lo llevo bien. Cada vez hago el giro hacia un lado para evitar sobrecargas". Además, Valentín, antes de empezar su rutina diaria de entrenamiento, calienta durante 15 minutos: "hago siempre unos ejercicios de fortalecimiento y estiramientos que me recomendó mi fisioterapeuta y me va muy bien". Justo cuando estalló toda la crisis del coronavirus, Valentín estaba empezando a volver a correr después de tres meses de rehabilitación tras sufrir un accidente de moto: "fue mala suerte porque estaba ya recuperado de las secuelas que me dejó el accidente y por fin podía volver a correr. En ese momento, decretaron el estado de alarma. Por eso no estaba dispuesto a volver a tener que parar".

El confinamiento no impide que el corredor de Benicalap haga además, entrenamiento cruzado: "tengo una bicicleta de spinning y también la utilizo todos los días. La verdad es que la tengo hace ya doce años y apenas la había usado ¡pero estos días me ha venido muy bien!. Los días que hago más corto el entrenamiento de correr ( 6 ú 8 kms), procuro alargar el de bicicleta", destaca Valentín quien, toda su vida ha practicado deporte: "mi gran pasión ha sido la bicicleta, hacía muchas rutas cuendo era más joven. Luego, hace unos años, empecé a correr porque es un deporte que podía hacer entre semana, al salir de trabajar y la verdad es que me enganchó mucho".

Valentín Baeza forma parte del Club Atletismo Navajas, localidad castellonense en la que veranea y en la que hay una gran tradición de atletismo popular "lo que más echo de menos ahora es poder salir a correr con todos compañeros de Navajas, poder correr por la Vía Verde Ojos Negros... espero que pronto podamos hacerlo. Sobre todo, porque eso significará que hemos superado esto".

El deporte se ha convertido en el gran aliado de Valentín estos días: "me mantiene activo, entretenido y de buen

humor... Intenté comprar una cinta de correr por internet pero me la traían ya a finales de mayo ¡espero que por entonces ya podamos salir a correr!", afirma el corredor del CA Navajas que comparte confinamiento con su mujer, Mari Carmen: "la verdad es que tiene paciencia porque debe ser pesado verme todos los días corriendo por el pasillo una hora. Sin duda, ella es mi gran apoyo. El deporte y mi mujer me permieten sobrellevar bien estos días de confinamiento, no me puedo quejar".