Entre los cientos de sanitarios y deportistas que luchan contra la pandemia del coronavirus en los hospitales de todo el mundo, y de España en concreto, figura también una una jugadora del Club Voleibol Xàtiva. Sara Rodríguez es además enfermera en el Hospital General de València, donde trabaja en la Fundación de Investigación del Hospital General de Valencia, formando parte de la Unidad de Ensayos Clínicos donde se llevan a cabo estudios de diversas patologías y sus posibles nuevos tratamientos, incluyendo la reciente investigación con COVID-19.

Estudiante de enfermería en Tenerife, donde residía, realizó un voluntariado humanitario en África, que le acabó de motivar para especializarse en la enfermería oncológica, hasta realizar el máster de la especialidad en la Universitat de Vàlencia en 2019.

Desde sus inicios en el Club Voleibol Agüere, su salto al Cuesta Piedra Santa Cruz de superliga2 femenina, y luego el Arona Tenerife Sur, con el que ascendió a la Superliga1 Femenina y fue subcampeona de la Copa de la Reina 2018. Al año siguiente llegó al Club Volei Grau de Castelló, y luego al Club Voleibol Xàtiva.

Sara Rodríguez cree que el deporte de élite y los estudios universitarios son "totalmente compatibles, además lo considero muy necesario". "El deporte hace que tengas que organizar muy bien tu tiempo, creando rutinas eficaces donde puedas compatibilizar la actividad física y el estudio, independientemente del nivel educativo en el que nos encontremos. En mi caso, en muchos de los clubes en los que jugué se entrenaba entre 2 y 3 horas al día, durante 4 días a la semana, sin contar la competición. Al estar en una isla, cada 15 días debíamos desplazarnos a la península para jugar los partidos oficiales, empleando en este viaje, prácticamente todo el fin de semana. Esto tenía la consecuencia de tener que estudiar muchas noches y buscar el tiempo entre aviones, pero este esfuerzo hizo posible que pudiera disfrutar de todas las experiencias deportivas vitales que me brindaron, incluso en las etapas más exigentes de la evaluación académica. Por otra parte, está demostrado que el deporte es altamente beneficioso para los estudios. Al realizar actividad física, liberamos estrés y se activan áreas cerebrales relacionadas con la memoria y la atención, lo que hace que nos sea mucho más fácil retener información durante y tras la realización de actividad física", explica la jugadora.

"Antes del voleibol he practicado otros deportes como atletismo, baloncesto y karate, y finalmente todos ellos, a pesar de su diferente naturaleza, me han transmitido los mismos valores fundamentales: el compromiso, el respeto y el afán de superación", comenta Sara Rodríguez. "La similitud que guardan los valores en el voleibol y en la enfermería es que ambos son un trabajo de equipo, un equipo con el que te comprometes y respetas a cada una de sus integrantes, donde sabes que la mejor versión de ti misma dará lugar a la mejor versión del grupo y creo que ahí está la diferencia en alcanzar o no tus metas y objetivos".

Su exposición al COVId-19 en el hospital es algo "estresante", pero el apoyo por parte de todos, como ese aplauso multitudinario desde los balcones cada tarde, le anima a seguir peleando como a todo su equipo: "Existe un gran ambiente de colaboración entre todos. Sabemos que estamos expuestos a un riesgo mayor que la población general y que el trabajo y compromiso colectivos son cruciales para nuestra protección y la de los que nos rodean, desde pacientes hasta nuestra propia familia, o las personas con las que convivimos. A nivel personal, muchas veces la situación es estresante, sobretodo en el ambiente de trabajo, porque eres responsable de la salud de muchas personas, pero tengo la suerte de poder compartir el día a día con mi compañera de piso cuando llego a casa, y siento su apoyo y el de mi familia y amigos en la distancia, lo que siempre anima y motiva a seguir trabajando para, entre todos, conseguir volver a la normalidad lo antes posible. Por eso es ahora tan importante que las personas se queden en casa".

Y sobre su día a día alejado de las canchas de voleibol, explica su particular trabajo de laboratorio: "En mí día a día, trabajo en la Unidad de Investigación como enfermera coordinadora de ensayos clínicos. Mi labor es llevar un seguimiento y control de los pacientes que están siendo tratados con un fármaco en estudio, a la vez que valorar la efectividad y seguridad de dicho fármaco, mediante diversas pruebas. En el día se realizan numerosos procedimientos a los pacientes, entre los que destacan extracciones de muestras biológicas que son procesadas y analizadas en el laboratorio. También se analizan muestras de COVID-19, con el fin de detectar los casos positivos y poseer muestras necesarias para la investigación científica".

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