Unos ladrones robaron en la noche entre este viernes y sábado seis bicicletas del equipo femenino Trek-Segafredo, que se encuentra en Siena, en Toscana, para disputar la Strade Bianche.

El robo se produjo en el aparcamiento de un hotel de Siena, cuando unos ladrones abrieron el techo de la furgoneta del Trek Segafredo, en el que había unos veinte bicicletas, y robaron seis de ellas, por un valor de 60.000 euros, informan este sábado los medios italianos.

Se trata de unas bicicletas "Emonda", un modelo estrenado en junio que también usa el italiano Vincenzo Nibali, quien compite este sábado en la Strade Bianche de categoría masculina, primera clásica de la temporada poscoronavirus.

Según las reconstrucciones de los Carabineros italianos, se trató de un robo realizado por profesionales, que ha sido probablemente pagado para realizarlo.

Pese al robo, las seis corredoras que han visto desaparecer sus bicicletas pudieron igualmente participar en la Strade Bianche femenina.

Van Aert conquista la Strade Bianche

El belga Wout Van Aert (Jumbo-Visma) ganó con autoridad este sábado la decimocuarta edición de la prueba de ciclismo Strade Bianche, con salida y llegada en la ciudad italiana de Siena y con un recorrido de 184 kilómetros, 63 km de ellos en carreteras de arcilla blanca.

Van Aert se coronó en la primera clásica de la temporada al acabar en 4 horas, 58 minutos y 56 segundos, por delante del italiano Davide Formolo (UAE Emirates) y de Maximilian Schachmann (Bora Hansgrohe).

Tras acabar tercero en las últimas dos ediciones, Van Aert eligió el momento correcto para atacar, en el sector de Le Tolfe, a menos de quince kilómetros para el final, y cruzó la línea de meta en solitario para sellar su primer triunfo en la clásica italiana

La de este sábado fue una prueba inédita, tras tantos meses de inactividad y con condiciones climáticas extremas. La carrera empezó a las 13.45 italianas (11.45 GMT) bajo más de 37 grados de temperatura y los corredores se enfrentaron a un recorrido de máxima exigencia.

Si en marzo, cuando se disputa habitualmente esta carrera, se solía ver a los ciclistas luchar contra frío y lluvia, este año el calor fue el enemigo. Los organizadores colocaron a colaboradores en varias zonas del recorrido para repartir agua a los ciclistas y ayudarles a mantenerse hidratados. No faltaron imágenes de protagonistas echándose agua en el cuerpo y las piernas en el intento de aguantar.

La "Clásica del norte más sureña de Europa", como es apodada la Strade Bianche, contó con una ilustre lista de participantes, entre los cuales figuraban el vigente campeón Alaphilippe, el eslovaco Peter Sagan (Bora Hansgrohe), triple campeón mundial, o el ídolo local Vincenzo Nibali (Trek Segafredo), quienes sin embargo tuvieron un día falto de satisfacciones.

Uno de los primeros en perder fuerzas fue Alaphilippe, quien cedió a 50 kilómetros del final, y también el polaco Michal Kwiatkowski (Ineos), doble campeón de esta prueba (2014 y 2017), mostró grandes dificultades para aguantar el ritmo de los líderes.

El danés Jakob Fuglsang, segundo el año pasado, campeón de Mountain Bike y acostumbrado a competir en condiciones extremas, tenía fuerzas y atacó a falta de unos 45 kilómetros para el final, aunque finalmente decidió esperar en dar el intento definitivo y se unió a un sexteto de corredores formado por Alberto Bettiol, Formolo, el belga Greeg Van Avermaet, Van Aert y Schachmann.

Se hicieron con un margen superó el minuto y medio a falta de 30 kilómetros para la meta y empezaron a intercambiar avisos. Schachman y Van Aert aumentaron el ritmo en el Colle Pinzuto, y luego fue el momento de Fuglsan y Bettiol, mientras que el campeón olímpico Van Avermaet se despedía de sus opciones.

Faltaba el último sector de arcilla, le Tolfe, con 1,1 kilómetros con el 18 % de pendiente, y allí atacó de Van Aert, otro experto de "ciclocross", con Schachman y Formolo que intentaron mantener el ritmo.

Lo dieron todo para mantener la distancia en unos diez segundos, pero Van Aert seguía con fuerza. Tenía veinte segundos de margen y solo le faltaba por atacar la subida final, con pendientes del 16 %, precisamente donde el año pasado perdió sus opciones de victoria a costa de Alaphilippe.

Y este año Van Aert demostró tener la energía que le faltó en los últimos dos años, cuando acabó tercero, y triunfó con autoridad, con una ventaja de 30 segundos sobre Formolo y de 32 sobre Schachman.

Carrera femenina

En categoría femenina, la mallorquina Margarita Garcia Cañellas (Ale' BTC Ljubljana) acabó segunda detrás de la campeona del mundo holandesa Ammeniek Van Vleuten (Mitchelton Scott), con la estadounidense Leah Thomas (Equipe Paule Ka) que completó el podio.

Cañellas García, de 36 años, intentó escaparse a 46 kilómetros del final, pero Van Vleuten la alcanzó a seis kilómetros del final, la superó y triunfó sola en la línea de meta en la Piazza del Campo de Siena.

Primeros clasificados de la Strade Bianche masculina:

.1. Wout Van Aert (BEL/TJV) 4h:58:56

.2. Davide Formolo (ITA/UAE) a 30

.3. Maximilian Schachman (ALE/BOH) a 32

.4. Alberto Bettiol (ITA/EF) a 1:11

.5. Jakob Fuglsang (DIN/AST) a 2:55

.6. Zdenek Stybar (CZE/DQT) a 3:59

.7. Brent Bookwalter (USA/MTS) a 4:25

.8. Greg Van Avermaet (BEL/CCC) a 4:27

.9. Michael Gogl (AUT/NTT) a 6:47

10. Diego Rosa (ITA/ARK) a 7:45.