El argentino Fernando Belasteguín fue el vencedor del Estrella Damm Valencia Open del circuito WPT en 2018 junto con Pablo LimaFernando Belasteguín fue el vencedor del Estrella Damm Valencia Open del circuito WPT en 2018 junto con Pablo Lima. Esta semana, tras un año de ausencia, defenderá su corona en La Fonteta, a puerta cerrada debido a la pandemia, con un nuevo compañero, Agustín Tapia, y con la experiencia de 25 años de carrera, 16 de ellos como número uno mundial.

Llega la quinta cita de esta temporada del Circuito World Padel Tour en Valencia. ¿Cuándo le podremos ver ya por aquí?

—Iremos a Valencia el miércoles porque nos toca jugar el jueves, directamente en segunda ronda, por lo que aún no sabemos el rival, pero quien sea será un partido muy difícil. Vivimos en Barcelona, cerquita, así que llegaremos para entrenar el miércoles. Valencia es una ciudad donde me gusta mucho jugar.

-Sin ir más lejos, ganó hace dos años en Valencia. El año pasado no se jugó, pero sí en Alicante, y ahora vuelve a La Fonteta.

-Exacto, el último torneo en Valencia lo ganamos con Pablo Lima, que era una final especial, porque si perdíamos contra Sanyo Gutiérrez y Maxi Sanchez perdíamos el número uno. Y creo que jugamos el mejor partido de ese 2018. Nos mantuvimos en el número uno, ganamos en Suecia y después me lesioné el tendón y estuve cinco meses sin jugar. pero tengo un recuerdo de Valencia muy bonito.

-Una lástima que a diferencia de aquel año se vaya a jugar ahora sin público.

-Estábamos todos ilusionados con la idea de jugar con público. Pero yo creo que es lo más sensato. Cuando estábamos en plena pandemia y hablamos con el Circuito, yo planteé cerrar un circuito todo el año a puerta cerrada, porque jugar con público tenía sus riesgos. Se decidió jugar tres torneos como Valencia, Cerdeña y Menorcaque están cerca a puerta abierta, pero creo que tal como va todo de aquí a final de año la única solución será que se juegue a puerta cerrada. Tenemos que hacer todos un gran esfuerzo. World Padel Tour también está haciendo un gran esfuerzo de sacar el torneo de Valencia adelante cuando te dicen una semana antes que tienes que jugar sin público con las entradas ya vendidas. Es para darle las gracias al Circuito que siga adelante con la prueba. Y a los jugadores también por reasignar parte de premios para el año que viene. Es un año 2020 que con todo lo que ha pasado nos demostramos todos los jugadores que hemos tenido que arrimar el hombro para que salga adelante. Y es una muestra más. El torneo de Valencia nos deja sin público de una manera muy lógica y razonable a pocos días de empezar, y que el circuito mantenga la prueba es para darle las gracias.

-Esta temporada han jugado ya tres torneos sin público...

-Sí, todos en Madrid, y teníamos la esperanza de que Valencia era el comienzo de jugar con público, pero esta pandemia se nos ha adelantado con los rebrotes y la única manera de jugar es sin público.

-¿Cambia mucho de jugar con público a hacerlo sin él? ¿Se llega a notar entre las cuatro paredes?

-Se extraña mucho a la gente, aunque cuando estás concentrado no te das cuenta de si estás jugando con mil personas como en la final del Masters o solo como en Madrid, que solo ves los focos y la pelota. Más que nada lo que es el calor de la gente fuera de la cancha, eso se extraña mucho. Para que los deportes tengan éxito deben existir jugadores, organizadores y audiencia. Ojalá que poco a poco encontremos la manera de paliar esta pandemia y que volvamos a jugar con público más pronto que tarde.

-Al menos podrá seguirse por streaming en su web...

-Yo animo a toda la gente a que nos vea desde su casa, que por el streaming se ve muy bien, los animo para que las audiencias sean muy altas y el Circuito tenga un soporte más que mostrar a los patrocinadores y que las teles nos apoyen. Que nos animen mucho por la tele como si estuvieran en la cancha.

-¿Cómo son los protocolos anti COVID-19 en el pádel?

-En el pádel la verdad es que está muy bien de cara a la seguridad de todos, organizadores y jugadores. Nos piden un análisis previo antes de competir. World Padel Tour junto con Sanidad ha hecho un protocolo para que estemos con la tranquilidad de jugar sin que tengamos el covid y con la seguridad de que no nos vamos a contagira entre nosotros allí mismo.

-¿Se ve entre los favoritos al ser el último ganador en Valencia aunque llegue ahora con otra pareja?

-Por la tendencia de los últimos tres torneos, Lebrón y Galán son favoritos a ganar ahora. Han ganado los últimos. Todos tenemos las mismas oportunidades, pero Lebrón y Galán hoy están un pasito por delante de todos para ser los favoritos. Paquito Navarro y Lima son una pareja también muy dura.

-Jugó con Pablo Lima de 2015 a 2019, ¿cómo define esa etapa?

-Excelente. Cuatro años y ocho meses que jugamos juntos, fuimos tres años y ocho meses número uno del mundo. Yo creo que es excelente.

-Y a su nueva pareja, Agustín Tapia, ¿ya lo conocía?

-Lo conocía cuando tenía 14 o 15 años y cuando vino a jugar acá en 2017 . La verdad que fue muy ilusionante el cambio, en las condiciones físicas que venía, de una rotura del tendón de aquiles no total pero sí parcial en el torneo de Buenos Aires del año pasado, que me obligó a tener que jugar en la posición de drive que no había jugado nunca, y estuve un año jugando ahí. Él estaba el número 44 del ranking, nunca había llegado a una semifinal, y por suerte en el segundo torneo que jugamos fue el más joven de la historia del WPT en ganar un torneo. Se nos dio todo muy rápido. terminamos como pareja número 4 el año, y finalista del Master. Este año teníamos ilusión de pelear por el número uno, pero la pandemia de la COVID-19 nos ha parado a todos.

-Sus números este año, han llegado a una final pero les falta el título. ¿Tal vez esta semana?

-Esa es la ilusión de los dos, y ojalá que en Valencia llegue ese ansiado campeonato que buscamos este año.

-Es el más veterano, fue uno de los más jóvenes en el número uno, con Juan Martin Diaz y esa racha de invictos casi dos años... ¿Añora algo de esa etapa, la de volver a estar en lo alto del ranking?

-Cuando fui número uno con 22 años por primera vez, nunca había imaginado que lo podría ser. Y cuando lo fui me puse el objetivo de intentar mantenerlo la mayor cantidad de tiempo posible. Y lo pude mantener durante 16 años y 8 meses consecutivos: 13 años con Juan Martín, y 3 años y 8 meses con Pablo Lima. Luego me rompí el tendón del codo y ya no pude volver a serlo. Hoy estoy número 7, y si lo comparas con lo de hace años puede ser malo, pero hay jugadores que en su carrera nunca han llegado a número 7. Yo puedo decir que tuve la suerte de tener las tres sensaciones que puede tener un deportista: la de perder, que lo he hecho muchísimas veces; la de ganar y ser número uno, que la tenemos muy pocos; y la tercera de entrenar cada día como si fuera el último día de mi carrera. Y puedo asegurar que la mejor sensación es la tercera, la de entrenar cada día como si fuera el último.

-Con 41 años, debe ser el más veterano del Top-10 y del Top-20. ¿Hasta cuándo se ve en el WPT?

-Yo creo que sí que soy el más veterano de todos, pero yo me siento joven. Me veo en el WPT la mayor cantidad de tiempo posible, hoy me veo que puedo pelear de igual a igual con los mejores del mundo, no me vas a ver ahí tirándome siempre de cabeza como si no hubiera ganado nunca nada. Gané 220 torneos...

-En Valencia los referentes son los hermanos Javi y José Rico. ¿Han coincidido alguna vez?

-Me enfrenté un poco más con Josete, una o dos veces. El año pasado en Alicante o hace dos, no recuerdo. Y con Javi y Coki Nieto dos veces, una en Jaén y otra en Buenos Aires, y son dos jugadores que tienen no un futuro muy bueno, porque ya son un presente muy bueno. La Comunitat Valenciana está muy bien representada en ellos. Y ojalá que todos los chicos que están entrenando se fijen en ellos, que son los que más cerca tienen, y confíen porque son los que han abierto el camino a todos los profesionales valencianos.

-En su caso, cuenta desde hace años con una escuela de pádel a su nombre en Bolívar, Buenos Aires, solidaria e inclusiva.

-Monté una escuelita de pádel con chicos con síndrome de Down y para mí es una de las sastifacciones más grandes que me ha dado el pádel, y es incomparable desde que la abrimos hace 20 años. A ver cómo lo explico para que se entienda. Nosotros tenemos todas las miserias, la envidia, la falsedad, la mentira, y estos chicos son especiales porque no tienen nada de esas miserias. Así que estoy encantado de estar con ellos desde hace 20 años y es para mí una de las alegrías más grandes que me ha dado el pádel.