El Balonmano Benidorm está siendo uno de los grandes perjudicados por los efectos colaterales de la pandemia de coronavirus ya que ha sufrido el aplazamiento de nueve partidos de la Liga Asobal sobre trece jornadas posibles, a pesar de que ningún componente de su plantilla ha padecido la enfermedad.

El equipo de Fernando Latorre apenas ha podido tener continuidad y ritmo de competición desde el pasado agosto tras observar semana a semana cómo sus partidos quedan aplazados por positivos de sus rivales.

El último ejemplo se ha producido esta semana, en la que debía visitar al Bidasoa en Irún este miércoles y al Sinfín en Santander el sábado, pero ambos compromisos han quedado aplazados al detectarse casos positivos en sus respectivas plantillas.

El Benidorm solo ha podido jugar en la fecha inicialmente prevista los partidos ante Ademar, Anaitasuna, Puerto Sagunto y Guadalajara.

Además, el equipo de Latorre aún tiene pendiente cuatro partidos,a los que deberá sumar los de Bidasoa y Sinfín, aún sin fecha.

La pandemia no solo ha perjudicado al Benidorm en la competición doméstica, ya que también fue determinante para su eliminación de la EHF European League.

Las autoridades sanitarias autonómicas no permitieron al equipo viajar a Viena para disputar el partido de vuelta de la eliminatoria tras varios falsos positivos en la plantilla que, posteriormente, se confirmaron como negativos y que también le obligaron a aplazar su partido en Huesca.

La Conselleria no aceptó realizar a los jugadores nuevas pruebas para poder viajar y la EHF dio al equipo el partido por perdido por incomparecencia en el duelo de vuelta, donde defendía tres goles de renta.