El golfista vizcaíno Jon Rahm se encuentra a un golpe de los líderes tras la suspensión por falta de luz de la segunda ronda del Masters, que se celebra este semana de noviembre en lugar de en abril como consecuencia de la pandemia del COVID-19.

"Ha sido un día largo. He estado en casa tanto tiempo mirando resultados. Ver que tanta gente está haciendo birdie y es posible hacer pocas anima. Lo difícil una vez que empiezas a jugar es no intentar hacer demasiado en los primeros hoyos", dijo a Efe Jon Rahm, que se anotó nada menos que cinco birdies en 12 hoyos.

En el momento de la suspensión, Rahm se dejó marcado un putt corto para birdie en el hoyo 13 que le da claras posibilidades de empezar este sábado como líder en solitario, por delante de los colíderes provisionales, el australiano Cameron Smith, los estadounidenses Dustin Johnson y Justin Thomas, y el mexicano Abraham Ancer,

"Lo llevo diciendo desde que empecé mi carrera. Lorena Ochoa es la que me motivó para llegar y me abrió los ojos para darme cuenta de que podemos estar en el PGA Tour y llegar a los primeros puestos del golf mundial", agregó emocionado Ancer, número 21 del ránking mundial.

Los cuatro terminaron con -9 al concluir una jornada maratoniana en la que tuvieron que acabar los hoyos pendientes del día anterior por el retraso provocado por la lluvia y jugar la segunda ronda de 18 hoyos.

"Este sábado saldremos con buenos greenes y con ganas de jugar bien", dijo el golfista vizcaíno número dos del mundo, que se plantea terminar la segunda ronda con la misma "paciencia" y paso a paso. El comienzo de mañana es "simplemente un putt para birdie", agregó.

El tercer día de este Masters inusual sin espectadores y retrasado por la lluvia empezará con otro bocinazo de salida para los algo más de cuarenta jugadores que no pudieron terminar por falta de luz la segunda jornada, en la que se determinará a los mejores 50 y empatados que volverán a salir al campo este sábado y este domingo.

A falta de nueve hoyos, el grancanario Rafa Cabrera Bello mantiene las posibilidades de jugar su cuarto fin de semana de un Masters con un resultado provisional de par, justo en la línea del corte.

Por su parte, José María Olazábal, el tercer español en Augusta, tras la baja del castellonense Sergio García, por dar positivo en la prueba de coronavirus, se anotó una segunda ronda de 8 sobre el par y acabó con +14, muy alejado del corte.

"Es verdad que son 30 años y son muchos años. Lo especial del asunto es que estoy aquí porque lo he ganado dos veces. Estar aquí es un privilegio. El sitio es único y me llevo grandes recuerdos, aunque últimamente lo único que hago es recibir golpes del campo por mi culpa", dijo a Efe el ganador de la chaqueta verde en 1994 y 1999.

Después de tres décadas y dos victorias, Olázabal se han convertido en un referente para veteranos y debutantes en el Masters. "De alguna manera, la experiencia aquí es un grado y hasta cierto punto te llena de satisfacción que hay gente joven como Jon y otros que te piden consejo e intentas transmitir los conocimientos que has adquirido a lo largo de los años", dijo el guipuzcoano.