El mundo del deporte y concretamente el balonmano-playa se ha visto sacudido por una nueva polémica sexista. El equipo femenino de Noruega solicitó poder competir con un equipaje más cómodo del habitual bikini que se usa en balonmano-playa. Las noruegas proponían cambiarlo por unas mallas cortas de lycra que tapan más y resultan más cómodas para jugar ya que evitan la utilización sexista del cuerpo de la mujer, algo que por desgracia, se asocia mucho la mundo de los deportes de playa. Aunque en los Juegos Olímpicos ya se permite este tipo de vestimentas más discretas, en el circuito internacional de muchos deportes de playa se exige que las mujeres compitan con el clásico bikini que apenas tapa las nalgas de las jugadoras.

Las noruegas han sido amenazadas con multarlas si utilizan prendas de más de 10 centímetros de largo desde el inicio de las piernas. Se pone así de manifiesto la discriminación que sufren las jugadoras de voley-play con respecto a los hombres que sí puden jugar con pantalones cortos y el cuerpo tapado cuando las mujeres deben hacerlo dejando al aire gran parte de sus nalgas y con tan sólo un top en la parte superior. Históricamente el voley-playa es uno de los deportes en los que más se hace hincapie en destacar el cuerpo de la mujer de forma sexista. La benidormense Liliana Fernández , en voley-playa incluso vio cómo un grupo de fans creaba una página de facebook para elogiar su parte trasera.