Homenaje al valiente de Xàbia

Una de las olas más peligrosas del mundo, la de la playa de Zicatela (Puerto Escondido, México), se llevó por delante la vida de Óscar Serra Buqué. Los que mejor lo conocen describen al joven valenciano como un «aventurero, un valiente, que ponía el corazón siempre por delante en cada uno de sus actos». Un espíritu libre, un entusiasta del deporte, un enamorado de los retos que murió practicando una de sus pasiones, el surf, aunque «demasiado pronto».

En la mañana del lunes, los surferos que lo acompañaban en Oaxaca, estado del sur de México, brindaron a Óscar un emotivo homenaje. Un tributo a la memoria del valenciano de 22 años que, a finales de este mes, tendrá un segundo capítulo en Xàbia, una vez que la repatriación de sus restos mortales pueda llevarse a cabo. Óscar tuvo siempre un fuerte vínculo afectivo con el mar y, en concreto, con la localidad de la Marina Alta. Allí vivió y pasó buena parte de su infancia. «El hogar está donde el corazón», escribió en sus redes en 2019 con el Montgó de fondo.

En principio, el homenaje en Xàbia será la tarde del 31 de julio (19:00 horas) en la Punta del Arenal. Familiares y amigos del joven invitan al mundo del surf a estar presente en la playa para darle un último adiós a Óscar. "Trae tu tabla para salir a remar", es el lema con el que los deportistas quieren despedir a alguien que murió haciendo lo que más quería, surfear.

LA FUERZA DE AINARA

En el homenaje en México, los nativos de Puerto Escondido quisieron unirse al dolor de Ainara Aymat, pareja sentimental de Óscar. Cerca de ella, una surfera local pronunció este emocionante discurso: «Es triste que la muerte nos una. Es aquí donde demostramos que somos familia, si no, dónde y cuándo... Estamos con el corazón en la mano para mostrarles a sus seres queridos, amados, amigos cercanos, compañeros, que estamos con ellos. Somos una familia, aunque no seamos del mismo lugar, somos hermanos del mar».

Posteriormente, los lugareños golpearon sus tablas en honor del compañero caído. Ainara y Miguel depositaron flores en su recuerdo en la arena y dentro del mar. Fue en el lugar del accidente donde todos unieron sus manos formando un corazón humano que podía divisarse desde el cielo.

Ainara Aymat, surfista profesional natural de Zarautz, en contacto y colaboración directa con la madre de Óscar, Begoña Buqué, está encargándose de las gestiones con la embajada española en Oaxaca para poder cumplir con los deseos de su novio, que sus cenizas puedan descansar pronto en las aguas de Xàbia. La familia quiere que ese sea, precisamente, el momento más conmovedor que se le regale a Óscar en la localidad alicantina que tanto amaba.

Ainara, con quien estaba ya casi dos meses por tierras de Centroamérica, volvió a expresar en redes sociales todo el afecto que sentía por él: «Un ‘agur’ a nuestro capitán. Ha sido una maravilla poder despedirme de él así. Me quedó con una imagen de un atardecer increíble, en un lugar muy especial para él. Me imagino que se estaría partiendo el culo de todo lo que estamos haciendo. Le habría encantado verlo. Y estaría superagradecido de todo el amor y apoyo que estoy recibiendo. Ojalá que todos pudieseis haber estado y ver cuánta gente ha movido, cuánto amor hemos recibido. Espero que este vídeo -en alusión a las imágenes del homenaje- os llegue a todos sus amigos y familiares, y que lo disfrutéis tanto como yo he disfrutado esta despedida. Mil gracias de todo corazón a la gente que ha venido, que me ha escrito y me ha ayudado aquí. Aunque esté lejos, os noto muy cerca. Espero veros pronto y daros un abrazo enorme de su parte. Sé que os quería con toda su alma».

La pareja y amigos, entre ellos, Castrillón, llevaban tres o cuatro días en Puerto Escondido, a la espera del mar que deseaban surfear. El sábado, minutos antes de las siete de la mañana, el valenciano se adentró en el agua, junto a los nativos, en moto acuática hacia la zona de las olas gigantes. Cada día el mundo de la tabla le estaba apasionando más, y soñaba con atravesar en el futuro las olas más grandes del planeta. Nazaré (Portugal), la ‘meca’ de los surferos más atrevidos recorría su mente. Pero esa mañana el destino frenó en Zicatela su ímpetu aventurero. «Tuvo mala suerte. En la primera ola que intentó pillar, el viento le hizo que se quedase en la parte de arriba y lo catapultó. Una mala caída hizo que se desmayase en el acto, y se ahogara», contó Castrillón en ‘El Larguero’. «Yo estaba cerca. Vi cómo remaba con todo. Le vino una de las olas más grandes. Fue con todo, pero le salió mal y pasó lo que pasó», añadió el gaditano de 21 años, que había conocido a Óscar días atrás.

La playa de Zicatela, en la población turística de Puerto Escondido, está catalogada como una de las mejores para surfear en el Pacífico, aunque es extremadamente «peligrosa» por su bravura natural. «Tiene la bandera roja los 365 días del año, intentan que la gente no toque el agua». Serra Buqué cayó desde la altura de dos metros y, según los médicos que lo atendieron, se golpeó en el fondo marino contra un arrecife. Precisamente, las zonas marinas de arrecifes o relieve montañoso son las que generan olas de gran dimensión en lugares muy específicos.

Después que los socorristas logran sacarlo del agua, su reanimación fue imposible, y se procedió al levantamiento del cadáver y se dio parte a la embajada española.

El GEN BUQUÉ

Entre sus pasiones también estaba el fútbol y, en concreto, el Valencia CF. Óscar Serra Buqué era nieto de uno de los centrocampistas más elegantes de la historia valencianista, Enrique Buqué: campeón de Copa en 1954, que jugó 159 partidos oficiales durante ocho temporadas en los 50’ y llegó a defender los colores de la selección española. Óscar, que heredó la envergadura de su abuelo, medía más de 1,90 y tenía un gran parecido físico con él. Su madre, Begoña, sus hermanas, Marta y Begoña, sus tíos y primos guardan luto por un joven tremendamente querido por quienes tuvieron la suerte de conocerlo. Descanse en paz.