Óbito

Fallece a los 76 años Dick Fosbury, el hombre que revolucionó el salto de altura

El joven de Portland fue uno de los grandes nombres de los Juegos de México-68 con su estilo de espaldas al listón, que el dio el oro olímpico

Dick Fosbury

Dick Fosbury / Sport

José Carlos Sorribes

Hay imágenes del deporte quedan para la historia, y la de Dick Fosbury saltando de espaldas en los Juegos Olímpicos de México-68 es una de ellas. El hombre que revolucionó el salto de altura falleció el domingo, según anunció su agente, por una recaída en el linfoma que padecía desde hace un tiempo. Acababa de cumplir 76 años el pasado día 8.

Fosbury, un joven de Portland (Oregón), sorprendió al mundo a sus 21 años cuando se proclamó campeón olímpico con el estilo bautizado con su nombre, Fosbury flop, en la final olímpica. Sorprendió por su manera de enfrentarse al listón y por la marca, 2,24, con la fijó un nuevo récord olímpico. En los JJOO del Black Power, de los velocistas John Carlos y Tommie Smith con el puño en alto con un guante negro en el podio, y del prodigioso salto de 8,90 de Bob Beamon, un espigado joven rubio también pidió su hueco en la historia olímpica.

Ni él imaginó entonces que su técnica iba a convertirse en una revolución. Fue una transformación radical que se convirtió en el estilo dominante, dejando para la historia la del rodillo ventral, de frente al listón, con nombres tan insignes como el del soviético Valery Brummel.

Fosbury, sin embargo, tuvo una carrera atlética efímera. La concluyó cuando no pudo clasificarse en los trials, las pruebas de selección de Estados Unidos, para los Juegos de Múnich-72. Reanudó entonces sus estudios universitarios y se licenció en ingeniería civil.

Un adelantado a su tiempo

Fosbury es uno de los deportistas más revolucionarios del siglo XX, un adelantado que a los 16 años no se adaptaba al estilo tijera ni al rodillo ventral y entonces aprendió a hacerlo de espaldas.

El "Fosbury flop", como llaman al estilo que marcó un antes y un después, tiene una primera fase en la cual el saltador describe una curva para luego girar de espaldas y con el brazo extendido buscar un arco lo más pronunciado posible para pasar al otro lado.

Al ganar el oro olímpico, Fosbury dio credibilidad a su nuevo estilo, que hoy en día utilizan todos los saltadores.

Con este estilo, en 1993 el cubano Javier Sotomayor se elevó sobre 2,45 metros para imponer el récord mundial y conseguir en Salamanca (España) una de las plusmarcas de más duración en la historia del atletismo.