El Levante ha sido su casa y lo sigue siendo. Más de un año después de su despedida oficial con un acto forzado, Sergio Ballesteros ha vuelto. El capitán volvió a serlo con los veteranos en un partido benéfico disputado en Madrid casi que en la intimidad y sin ninguna repercusión. Una pachanga en toda regla que, con su incorporación a la secretaría técnica del club pendiente, es lo mejor que ha pasado en todo este tiempo para restituir la figura de quien indiscutiblemente fue el icono desde el regreso a Primera. Alguien a quien el presidente prestaba las llaves del estadio para bautizar a su hijo en la capilla. Sin embargo, a la postre un jugador retirado a la fuerza tras un adiós en el que se mezcló lo deportivo con sospechas todavía hoy por confirmar y cuyo regreso por ahora se antoja parcial. A la espera de acontecimientos, y sin entrar en detalles, lo será completo el día que de capitán pase a míster en la cantera.

Barkero, con alevines

Por cierto, que entrenador de alevines, pero en el País Vasco, va a ser curiosamente Barkero, el futbolista que dinamitó el vestuario granota acusando de amaño, entre otros, al propio Ballesteros, con el que durante meses la relación fue del todo irrespirable. Y es que tras rescindir con el Zaragoza, la rodilla del de Aretxabaleta ya no da para más y menos para jugar en campos de césped artificial en Segunda División B. Aunque su declive físico no fue el verdadero motivo de su rescisión, ya que meses atrás se le había renovado, Manolo Salvador tampoco iba tan desencaminado.

El año de Rubén

Hace un año por estas fechas, y tras un verano sin disfrutar de vacaciones, Rubén era noticia porque físicamente no estaba bien. Ya entonces empezaba a vislumbrarse el suplicio en el que se convertiría su temporada a las órdenes de Caparrós, con mucho tira y afloja. Lo que no entraba en las previsiones, sin embargo, era un inicio de temporada como este, con jarabe de palo por parte de Mendilibar. Ayer, en el entrenamiento, el entrenador tuvo buenas palabras para el setabense, al que quiere sumar cuanto antes para la causa. Es muy importante que él también ponga todo de su parte y demuestre de qué es capaz.

Sin parar de crecer

Tal y como estaba previsto, el Levante está experimentando un arreón de abonados con motivo de la visita del Barcelona por eso de que sale más barato hacerse socio que comprar las entradas sueltas. La barrera de los 18.000 está a punto de caer después de haber batido ya semanas atrás el récord histórico. De lo que se trata ahora es de conseguir que todos los que tienen el pase vayan. Sería realmente espectacular.