El mercado de fichajes está ya en plena ebullición y así lo confirman los últimos viajes de Manolo Salvador, que pasa más tiempo fuera que en España. Quico Catalán, como siempre, ha depositado toda su confianza en él para que haga y deshaga con el millón que hay disponible. Si alguien tuvo dudas, ése no fue el presidente, cuyo respaldo total y absoluto al director deportivo no ha sido nunca de boquilla. Los aciertos siguen pesando mucho más que los fallos y si el Levante está deportivamente donde está es gracias a un escrupuloso modo de gestionar en el que Quico ejecuta lo que Manolo decide yendo siempre de la mano del entrenador. Una trinidad a prueba de muchos años que es la mejor garantía para que las cosas funcionen y que baches como el de principios de temporada sean pasajeros.

Apuros que se habían olvidado

Este mercado de invierno no va a ser uno más. Desde los tiempos de Luis, el Levante no había llegado a estas alturas tan apurado. Pese a la reacción tras el cambio en el banquillo, es algo que sabe Manolo, que sabe Lucas y que tanto por boca de ambos como por sus propios ojos también sabe Quico. Sin embargo, una cosa es que la plantilla sea mejorable y otra que la planificación del verano fuera el desastre que desató Mendilibar. Aunque de cara al futuro se presienten pocas renovaciones, los entrenadores están para sacarle punta a los equipos y eso Lucas, que lo tiene todo para continuar los pasos de Juan Ignacio como el mejor entrenador de la historia, lo ha conseguido desde el primer día con una precisión casi quirúrgica. De los aciertos de Manolo, el suyo tal vez sea el mejor.

Es la hora de meter el bisturí

Cada vez son más los jugadores en cartera, de extremos a delanteros pasando por centrales, centrocampistas y hasta porteros a los que se está metiendo el bisturí. Con este panorama, los próximos días son claves para marcar un orden de prioridades. Hay que afinar el tiro y conseguir que el entrenador, que ya ha dado con un once tipo de garantías, disponga de más variantes cuando se dé la vuelta y mire al banquillo. Es seguro que la ficha que queda libre se va a aprovechar y probable que las de Gavilán, Víctor Pérez o Rodas como principales candidatos queden expuestas a un canje. De la previsible sentada entre Manolo y Lucas debe salir una hoja de ruta para que Quico la bendiga y se ponga a negociar. Y otro año más en Primera.