Hay muchos entrenadores, y seguramente Lucas Alcaraz estará entre ellos, que se quejan de que los periodistas escriben sobre los partidos en función del resultado. Algo así como que si el equipo gana se maquilla lo malo y si pierde se disuelve lo bueno. Es el alambre sobre el que volvió a caminar el Levante, que a falta de fútbol tiró de carácter, garra y sacrificio, virtudes tan o más importantes que la de jugar mejor que el rival. De hecho, todo eso junto es lo mejor que tienen los granotas, que después de haber estado contra las cuerdas fueron capaces de remontar prácticamente de la nada. Es por cosas así por las que es imposible perderle la fe a este equipo, que ha ganado sus últimos tres partidos en casa con remontadas y que por primera vez en mucho tiempo ha dormido a pierna suelta fuera del descenso. Es cierto que la cabeza dice una cosa y el corazón otra, pero también lo es que justo en el momento más determinante de la temporada la pelotita ha empezado a entrar. Camarasa y Kalu Uche demostraron que la mayoría de decisiones en el mercado de enero fueron acertadas y que Alcaraz es un buen entrenador que encima tiene cintura, ya sea para atinar con los cambios o para que no le duelan prendas si al final Simao resulta que sí que le vale. Eso sí, mejor sería que el míster se quitase de encima los fantasmas que tiene con los medios y no ser lo sarcástico que precisamente han sido otros con él en la época del «a ver si este se piensa que está entrenando al Madrid».

Seis puntos tras la trilogía

La primera prima del curso

Igual que en otros momentos puntuales durante los últimos cinco años, Quico Catalán llegó a un acuerdo con los jugadores para darles una prima si de la trilogía frente a Granada, Rayo y Eibar salían con nueve, siete o los seis puntos que han sido finalmente. Ha sido, por cierto, la primera que el equipo gana esta temporada, no sin altas dosis de sufrimiento. Los incentivos económicos a los jugadores, a pesar del agravio de las comparaciones, forman parte del fútbol y el Levante es en ese sentido uno de los clubes más generosos a la hora de repartir beneficios por la permanencia, un objetivo por el que ingresa mucho más de los alrededor de 2,5 ´kilos´ entre la parte fija que paga cada curso y la variable por partidos como los tres últimos. El grifo hay que ir abriéndolo y cerrándolo y ahora estaba justificado lo primero.