El fútbol es tan raro que aunque el Levante parece haber solucionado su problema con el gol marcando cuatro en los dos últimos partidos, eso no le ha servido ni para sumar tres puntos. Es la demostración, of course, de que la cosa va más allá de los delanteros. Eso sí, tampoco se trata de meter el bisturí con el mercado de fichajes cerrado y la sensación de que el fútbol, además de raro, es cruel y puñetero. Después de una temporada en la que los nueves no metían uno ni a tiros, Pazzini llegó y lo consiguió en 12 minutos. Encima contra el Real Madrid, lo que significa dar la vuelta al mundo. Menos mal, suerte, que un rato antes Boateng se había estrenado con un toque sutil a la red en lugar de un zambombazo al tuntún contra las gradas.

Inflexión y días contados

Lo de los dos puntos contra el Dépor y el Real Madrid, sinceramente, es lo de menos. Lo importante es que esos empates, sobre todo el último, sean el punto de inflexión que necesita un equipo al que acechaba desde hace muchas jornadas la parca. Aunque nadie va a salir a reconocerlo, of course otra vez, Muñiz llegó a Riazor con la sensación a su alrededor de tener los días contados y el limitado atenuante para salvar el puesto de que los fichajes aún no habían llegado. La reacción de la segunda parte, aunque fuera contra 10 y ante un rival que sí que se ha cargado ya a su entrenador, fue un alivio. Aunque para alivio la confirmación contra el Madrid de que por las venas del equipo corre sangre.

¿Desde el principio?

Entre que el Levante ha estado a la suya con el mercado de enero y sus cosas y que al Valencia se le ha juntado la Copa con la peor racha de resultados con Marcelino, el Derbi llega esta vez a destiempo, sin el aura mucho más chula que tuvo en la primera vuelta. Lo hace también sin ningún favorito claro, producto sin duda de que ambos equipos se encuentran en este momento de la temporada en un proceso de transición. A saber, el Valencia en el de coger carrerilla para la Champions; y el Levante, para la de la permanencia. Visto así, cada uno para lo suyo, los tres puntos en juego van a serlo también de inflexión para el que se los lleve, si es que lo hace alguno y no acaban repartiéndoselos. Después de una semana en la que ha llegado a probar con dos referencias arriba, ahora que por una cuestión de número se lo puede permitir, habrá que ver porqué apuesta Muñiz, si por salir a por todas desde el inicio o hacerlo sobre la marcha.

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