Hubo una época en la que fui de llamada diaria a Rubiales como fuente de cabecera. Tuvimos una bronca cuando el concurso del Levante UD y a partir de ahí, para bien, nada fue lo mismo. Tanta fe le tenía que cuando se fue a jugar al Alicante me planté allí para hacerle una entrevista y ponerme al día. Y eso que aquello me costó en el periódico un puro (merecido) por la pasta que me subió el kilometraje. Suerte, eso sí, que a comer me invitó él, en un sitio chulo de la playa de San Juan.

La foto de aquel día la tengo colgada en Instagram y las cosas que me dijo, todavía grabadas en el disco duro. Ya pilotaba en aquella época, y además mucho, sobre lo que más me gusta a mí del fútbol, mayormente lo que ocurre por dentro. Después se fue a AFE, pasaron cosas que hoy ya no vienen a cuento y seguimos hablando, cada vez menos y al final cero. Me contaban de él, y le seguía la pista, pero escucharlo prácticamente no lo había hecho desde la tira hasta la rueda de prensa del otro día. Y me alegré de que las cosas que salieron por la boca del ahora presidente de la RFEF las habría dicho también el 'Rubi' al que llamaba por la noche antes de que entrara en las radios de Madrid. Sí, aquel delegado sindical de los jugadores parias que estaban sin cobrar y por los que, si se terciaba, amenazaba con romperle «las piernas» a alguno. Pundonor Rubiales, inteligente y castizo.

Justicia en el ambiente

A Rubiales hay que agradecerle que nos haya devuelto la parte de la Roja que nos habían vuelto a secuestrar. Esa que, siendo la mejor selección jugador por jugador en Rusia, está contando con un inesperado impulso que le habría faltado con el tramposo de Lopetegui. Hoy por hoy el español es un equipo en cuyas opciones creemos a pies juntillas y en el que tal y como está, a Messi nos lo nacionalizan y como que no le encontramos hueco. Por encima de debates y de la realidad de que ni De Gea está para titular ni Diego Costa pega con cola, alrededor de España hay un sentimiento de justicia. Es lo que flota en el ambiente desde que el técnico del Madrid salió de la concentración con el rabo entre las piernas y sin escalas hasta Florentino. En el fútbol hay leyes no escritas que tienen que respetarse y esas son las que todos deseamos que sienten jurisprudencia a partir de ahora. Así sea tanto en la selección como en el resto del fútbol español, que es también 'de' y 'para' todos.

Más opiniones de Rafa Marín