Prefiero tarde pero bien que rápido y mal. Los que estaban descorchando el champán han tenido que ponerlo ora vez a enfríar, tanto los que se disponían a brindar por la renovación de Tito como los que pensaban hacerlo si ocurría lo contrario. Y eso que ni unos otros tienen muy claro si el examen por escrito que le ha puesto el Consejo juega a favor o en contra de la continuidad del actual director deportivo. Curiosamente, la opinión de su entorno más directo es lo segundo por eso de que a estas alturas le salgan por ahí. Sin embargo, ni se trata de un trámite tan raro ni tampoco lo es que con él lo que se quiera es ganar tiempo. Aun a costa de que se esté haciendo la hora, las dudas son en estos momentos tan manifiestas que no hay porqué precipitarse con el que va a ser el proyecto deportivo de la etapa más importante de la historia del Levante UD, la de la reforma del estadio y la creación de una cuna para los jóvenes talentos en Nazaret. Y vaya por delante que soy de los que piensa que Tito sólo va a tener que apretarle a un botón y darle a enviar para que su plan llegue al ordenador de Quico.

Todavía falta, pero menos

Hay futbolistas como Hernani y Clerc arreglados, Postigo está recién renovado y quedan asuntos pendientes como el blindaje de Campaña y sobre todo el mediocentro de la discordia, la posición en la que al equipo le ha faltado, como cuando Nano y Cabaco, uno de esos fichajes con el sello de un director deportivo para marcar las diferencias. Que la situación no es fácil a la hora de tomar una decisión, por supuesto. Que a todos los que están ahí dentro les gustaría que ya estuviese claro, también. Va faltando menos.Las otras fugas de la cantera

El Levante, por cierto, es sobre todo el primer equipo, pero no sólo eso. Y en un momento así conviene tenerlo presente. Es y debe ser un proyecto de cantera, donde por cierto también hay trabajo y fichajes cerrados para la 19/20. Sin embargo, si se tira para abajo es vox pópuli que hay una buena liada con unos cuantos jugadores que, a lo Jason Chavales en formación que por política de club se entrenan pero no juegan. Por suerte se ha renovado a Cantero, un tema al que se metió mano antes de que fuera tarde y en el que más allá de opas más o menos hostiles sería recomendable separar el polvo de la paja y aclarar qué ha pasado.

Más opiniones de Rafa Marín.