Evidentemente el Levante UD siempre podrá decir, y además es verdad, que no estaba firmado, que era solo una opción más y que de su boca oficialmente nunca salió nada. Pero así como Quico Catalán se enamoró de él, fuese el flechazo instantáneo a raíz de la reunión del pasado martes en Quico CatalánMadrid. No es que Quico tenga el corazón roto ni que como cantaba Camilo Sesto su alma llore, pero sin duda el presidente ha tenido y a buen seguro volverá a tener momentos mejores. Son cosas que pasan, sobre todo cuando estás desbordado y aún más en el fútbol.

El Levante UD, lo primero

El tiempo todo lo cura y el post en redes del director deportivo del Valladolid debe servirle a Quico para reflexionar. Escribió el exayudante de Monchi, al que la consulta del Levante le ha venido de perlas para renovar, que cómo iba a dejar en la estacada al club del que está «enamorado» refiriéndose no al Sevilla, con quien se salvó en la penúltima jornada antes del bochorno de la Oikos y después de haber fichado a Ivi. La descripción, vale que capciosa, no es para desacreditarlo de forma barata sino para contarlo todo de un técnico del que en general todos los agentes del mercado de fichajes hablan maravillas por su preparación, capacidad, modernidad y prestancia. Pero aquí no se trata de fichar al mejor, y él seguro que no lo era, sino al que más le convenga al club, que probablemente tampoco es la persona. A la hora de la verdad, por muy bien que le quede el big data y la corbata, Gómez ha sido alguien que no ha querido venir al Levante UD. Y eso es algo, poner en valor a la entidad que preside, que a lo largo de todo su mandato ha sido el elemento diferencial en la era de Quico, un presidente que una mil y veces ha hecho énfasis en ese aspecto cuando presentaba a jugadores y entrenadores. El Levante UD es lo primero para Paco López, lo era con sus defectos para Tito y lo sería para un montón de profesionales perfectamente capacitados para trabajar en un club que para ellos es lo primero, de David Navarro a Paco LópezJuanfran y por supuesto también por un Manolo al que pueden fichar o no pero que no sea por las memeces que ponen de él en el estercolero que en ocasiones es twitter, un pozo sin fondo de directores deportivos.