El Levante UD rozó el empate en el descuento y si no ponemos en valor que el Bernabéu acabase pidiendo la hora, nos equivocamos. Sin embargo, ese mismo Levante UD llegó al descanso con 3-0 (y gracias) tras una primera parte en la que, igual que el día del Villarreal, volvió a ser un auténtico horror. Así que si pasamos por alto el peligro de esa bipolaridad, también nos vamos a equivocar. No se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío ni de decantarse entre afear el planteamiento del entrenador o alabar la reacción a raíz del descanso. Simplemente se trata de subrayar la doble personalidad de un equipo con mejores resultados que sensaciones. Un grupo en el que Paco López, el mejor entrenador posible para este proyecto, no acaba de dar con la tecla. Cuatro jornadas después no hay un once tipo ni un sistema base ni una personalidad definida en la que reconocer a los granotas, que no es que den tumbos de una jornada a otro sino que lo hacen dentro del mismo partido, subidos a una montaña rusa atractiva para el espectador ajeno pero de lo más infartante para los que lo sufrimos.

Campaña contra el 3-5-2

CampañaPese a la charla purificadora, los mejores minutos del Levante UD contra el Real Madrid no fueron a raíz del descanso, pese al gol del Mayoral, sino cuando Zidane celebró el cuarto gol antes de marcarlo y se puso a pensar en la Champions. Los granotas volvieron a meterse en el partido con un dibujo más natural en el que Morales se quitó las anclas, Roger le puso colmillo a la presión y los defensas cumplieron su cometido mejor cuando fueron menos. No fue suficiente para empatar ni con eso llegará otros días para ganar, pero probablemente el camino pase por jugar desde el inicio con una propuesta como la del final. Y también por exigirle más a Campaña, el jugador mejor pagado de la actual plantilla, tanto por su propio bien como sobre todo por el de todo el equipo.

Aitor, gracias

Entre el Levante UD de la primera parte y el de la segunda al menos sí que hubo un nexo de continuidad. Aitor, el principal responsable de haber llegado al añadido con vida gracias a sus paradas, fue el MVP del partido y no es la primera vez que pasa esta temporada. Después de un verano en el que la portería ha estado en el ojo del huracán es de justicia recordar que aunque no sea urgente, su caso sigue por resolverse.

Más opiniones de Rafa Marín.