Dice Paco López que «a día de hoy» al Levante UD no le hacen falta fichajes de invierno. Si lo piensa de verdad, mejor que mejor, porque lo que no admite discusión es que, aunque quisiera, «a día de hoy» no podría fichar a nadie. Con todas las cuentas de manera transparente al alcance de quien las quiera consultar ya se ha visto que el club está al límite del fair-play y que encima tendrá que vender, sí o sí, por alrededor de unos 15 millones. Es lo que hay desde el pasado verano, cuando el central y el mediocentro llegaron con la carta de libertad no por el gusto de fichar barato sino porque no quedaba otra. La factura de la fiesta hay que pagarla y en los últimos años se ha gastado mucho, encima con el perjuicio de que la superinflación en costes de plantilla no ha sido sinónimo de un salto de calidad deportivo. Toca, por tanto, cambiar de modelo. Volver a Sudamérica para rascar talento que no se dispare de precio y participar en transferooms o sucedáneos. Eso y confiar en un entrenador que, como Paco, esté preocupado en seguir haciendo mejores a los jugadores que tiene antes que en fichar a otros nuevos.

Alternativas, por si acaso

Explicado todo esto, que Paco diga que «a día de hoy» no necesita fichajes es lo normal de cara a su vestuario. Como normal es que, sin presión añadida, el club se ponga a trabajar en maneras de rascar algo si fuese necesario, ya sea dando salida a futbolistas de los que participan poco o rizando el rizo con alguna fórmula intermedia similar a la renovación en diferido que se le ha hecho a Aitor y al propio míster. En todo caso, lo que tampoco ofrece dudas es que lo importante no está en enero sino en junio. Con lo que hay, aunque sigan faltando activos en los costados y el centro de la defensa, debe ser suficiente para cumplir los objetivos. Paco ha renovado hasta 2022 y los pilares que hay que empezar a cimentar no son solamente los del reformado Ciutat.

De Sarver a Vicente Moreno

Aunque ya no está de moda, el rival es el Mallorca de Sarver. Un equipo ahora de Primera, gracias por cierto a un técnico de Massanassa al que Manolo trató de fichar en su época del Xerez. Pero también un histórico que con el norteamericano bajó a Segunda División B y que «a día de hoy» juega con los mismos futbolistas que tenía en la categoría de bronce. Cada club y sus cirscunstancias son un mundo pero no hay discusión posible en qué ha sido lo mejor.