No hay duda de que hacía mucha falta que la Federación entrase en el siglo XXI, pero sin tener ni un pelo de tonto, y además presumiendo de ello, lo que está haciendo Rubiales desde su sillón de mandamás es pasarse de listo al vender como innovaciones sus inventos. (Lástima, por cierto, que la enhorabuena no haya sido completa).

Hacer de la Supercopa una competición más vistosa, en un tramo mejor de la temporada que el de los últimos bolos del verano y que genere pingües beneficios en la era industrial del fútbol sí que es innovar. Sin embargo, cambiar las normas a su antojo y apelar al fútbol modesto y el femenino sin reconocer que su manera de proceder ha sido ilegítima y el reparto de los ingresos injusto es inventar en su acepción de fingir hechos falsos y levantar embustes.

Aunque para mentiras, eso sí, las de la campaña de blanqueamiento sobre una dictadura, otra exigencia por lo visto del contrato. De un tipo como él los románticos esperábamos que al menos el dinero que realmente hace falta para el deporte de a pie no fuese a buscarlo en cualquier sitio. Confiaremos, al menos, en que al final la pasta termine donde toca.

¿De Celades o de Marcelino?

Hay que cruzar los dedos para que Rubiales, en su afán por huir de la discreción que caracteriza a los buenos directivos, no haga bueno a Villar. Pero también hay que cruzarlos para que a Celades no vuelvan a darle ataques de entrenador y, si no es mucho pedir, para que Marcelino se calle de una vez y se deje de chinas.

La infamia de la Supercopa de Arabia no justifica el ridículo del Valencia ni la garba de Jaume ni, por supuesto, tampoco la propuesta del entrenador, para el que también vale lo de que innovar no es inventar. Lo mejor de Celades ha sido con la plantilla llena de tiritas y aunque esta vez faltaba Rodrigo, confiaremos aquí también en que lo visto en Oriente sea producto de una mala noche y no de las mil y una ahora que el equipo empezaba a ponerse muy cachas.

La Copa del Levante UD

Cachas se está poniendo también el Levante, cuyo partido de este domingo en Jaén ha tomado otra dimensión con el anhelo de Quico por ganar la Copa. Si eso ocurriese habría que ver qué sitio le hace Rubiales en su invento. Ojalá no sea el mismo que el reservado al reconocimiento oficial de la de la República o a los recursos del caso Chumi. Rubiales, valors hombre.

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